El Santo Padre el Papa Francisco animó, a través de un mensaje, los esfuerzos de las Iglesias de Panamá, Colombia y Costa Rica que sirven a los hermanos migrantes que cada día cruzan la selva del Darién en su objetivo de llegar a Estados Unidos. El trayecto está lleno de peligros y no pocas personas han perdido la vida en él. Se calcula que al menos, medio millón de personas pasó por las fronteras de los tres países el año pasado, muchos de ellos son niños o tienen condiciones de vulnerabilidad.