Con la Dra. Sadie Morgan, su presidenta, conversamos y este es un extracto del diálogo:
Doctora, ¿hubo realmente la semana pasada un intento de aprobar el aborto en el país de forma solapada?
Solapada no, ¡Abiertamente! El aborto es un delito que se está tratando de legalizar en toda Latinoamérica y Costa Rica no escapa a esa arremetida en contra de la vida del ser humano en gestación. Para nadie puede ser un secreto ya que bajo el concepto de salud sexual y reproductiva, se incluye como un derecho la eliminación de la persona no nacida, como parte de la propuesta de “decidir como, cuando y con quién” procrear. Así se ha evidenciado en las reuniones de ONU Mujer y en los Foros de Generación Igualdad promovidos desde el seno de dicho organismo internacional. Además, para los grupos promotores del aborto, es necesario introducir esta reforma en la ley, para poder mantener con vida la Norma Terapéutica que se basó en la falacia de que el Código Penal permite que se realicen abortos en su artículo 121, lo que ya de por si haría que el mismísimo artículo fuera inconstitucional.
¿De qué forma se intentó hacerlo esta vez, en el texto propuesto para la nueva Ley General de Salud?
A través del artículo 51 del proyecto de ley presentado, que busca introducir en la legislación nacional el “aborto terapéutico” como una decisión personal, figura que hasta el día de hoy no está contemplada en nuestro marco jurídico e implícitamente así lo reconocen los proponentes de este proyecto. Esto, además, virtualmente permite la legalización de todo aborto, sobre todo si tomamos en cuenta la definición de salud del “Protocolo de Atención Clínica para el procedimiento médico vinculado con el artículo 121 del Código Penal: Interrupción Terapéutica del Embarazo” de la Caja Costarricense del Seguro Social, emitido en diciembre de 2020, que asume como propia la última definición de salud de la OMS, para la que salud es entonces “el logro del más alto nivel de bienestar físico, psíquico y social y de capacidad de funcionamiento que permitan los factores sociales en los que vive inmerso el individuo y la comunidad”.
¿Qué intereses se mueven aquí, es un asunto local o trasciende nuestro contexto?
El aborto es parte, a veces solapada y a veces abierta, de la agenda 2030 para Desarrollo sostenible de la ONU. Por ejemplo el Foro Generación Igualdad obtuvo en compromisos financieros unos 40 mil millones de dólares para un plan de acción de 5 años, de los cuales desconocemos el monto que se va a utilizar en ONG s y acciones promotoras de abortos. Estas acciones según el mismo foro, serán irreversibles a nivel local.
¿Qué acciones debemos tomar quienes defendemos la vida en todas sus etapas?
Primero, salir del ostracismo y la modorra y empezar a ocuparnos del tema de la vida. Se requiere que las personas nos informemos y nos formemos en el tema del aborto, no como una “decisión médica ante una emergencia donde no se pueden salvar ambas vidas, a pesar de haber hecho todo lo posible” (situación que le corresponde determinarla a un juez) sino formarnos en el aborto que nos quieren imponer como un mecanismo de control de la población, de despersonalización del ser humano en gestación e inclusive del aborto como un negocio que se enriquece con los procedimientos y medicamentos necesarios para hacer abortos y hasta con la venta de los órganos. Tenemos que hacerle saber a nuestra Asamblea Legislativa que necesitamos leyes que protejan a todos los miembros de las familias gestantes y no leyes que promuevan más muertes, sobre todo cuando Costa Rica se encuentra librando una lucha incansable contra la pérdida de tantas vidas por diferentes enfermedades.
Costa Rica para concluir, necesita esos recursos que se van a invertir en promover la muerte, para apoyar a madres que muchas veces, en situaciones de vulnerabilidad, no logran visualizar más opciones que eliminar a su propio hijo y además para seguir avanzando en una atención cada vez más integral del binomio madre-hijo.