En Costa Rica, por ejemplo, ha habido denuncias, como la que realizó una madre a inicios de este año por la atención recibida en el Hospital de Nicoya. No obstante, cabe destacar la acción tomada por el Hospital de Guápiles, el cual habilitó un espacio exclusivo para mujeres que sufren una pérdida gestacional, esto con el propósito de brindar una atención con calidez, respeto, empatía y comprensión por los sentimientos de la mujer y sus familiares.
De acuerdo con la Dra. Iliana Musa Mirabal, directora del hospital Guápiles, la remodelación y adaptación del espacio solo tuvo un costo de ¢2 956 000 y se acondicionó como parte de las estrategias dirigidas al cumplimiento del Modelo para la Atención Integral al embarazo, parto y posparto en la Red de Servicios de Salud, así como la Ley No. 10081 Derechos de la mujer.
Básicamente, se remodeló y adaptó un cubículo como unidad de internamiento para la labor, la inducción o conducción del parto y, de esta manera, garantizar la privacidad, la intimidad y la tranquilidad y, así, evitar, en la medida de lo posible, las interrupciones que permitan elaborar un comienzo del duelo saludable para las usuarias y sus familiares.
La Asociación Médicos por la Vida celebró esta decisión. Su vocera, la doctora Sadie Morgan, declaró que “es una deuda que se está empezando a saldar con todas aquellas mujeres y familias gestantes (papá, abuelos, hermanitos), que se enfrentan a la pérdida de un bebito en gestación”.
Asimismo, la doctora Morgan expresó que “la pérdida de una vida en esa etapa de vulnerabilidad, con toda una historia por vivir, deja una profunda huella en el corazón de una madre y muchas veces en su familia también”.
También, mencionó que esto exige “coherencia en el respeto a toda vida por nacer que debe ser protegida especialmente ante cualquier ideología que busque atacarla”.
Según informó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el espacio habilitado en el Hospital de Guápiles se identifica con el símbolo de una mariposa azul, por su significado de transformación, perseverancia y resiliencia, con el propósito de que los funcionarios reconozcan el duelo gestacional y de esta manera promuevan y practiquen el respeto y la calidez durante el trato a la madre y su familia.
