Se trata de una imagen de 114 cm de altura aproximadamente, traída desde Guatemala en 1780, según los registros parroquiales. Es una talla en madera que presenta al Santo con su hábito franciscano y sus ornamentos de obispo (mitra, báculo y capa pluvial).
Andrés Medina Chacón, coordinador del equipo de animación litúrgica, detalló que la imagen fue intervenida anteriormente en al menos cinco ocasiones, ya que se encontraron cinco capas diferentes de pintura, lo cual, cabe decir, había estropeado considerablemente la imagen. Gracias a la restauración actual se recuperaron los colores originales.
¿Por qué le llaman “El Vivo”?
Medina cuenta que la imagen fue traída “a lomo de mula” por el antiguo Camino de las Mulas, el cual travesaba Aserrí. Y explica que se le conoció como “El Vivo” por tres leyendas. La primera, cuenta que entre Aserrí y Acosta se iba a hacer “un cambio” de Patronos, San Ignacio de Loyola iba para Aserrí y San Luis para Acosta. Pero cuando a este último estaba a punto de salir del pueblo se puso “tan pesado” que ni la arriada de bueyes pudo dar un paso más.
Otro relato narra que unos indígenas huetares hallaron la imagen y pensaban llevarla donde el obispo para saber qué hacer con ella, sin embargo, al llegar al Río Cañas no pudieron cargarla más debido a lo pesada que se puso, decidieron regresar y cuando llegaron a la ermita la imagen de nuevo se puso pesada, entonces la dejaron ahí.
“El obispo de esa época, del cual no se precisa el nombre, declara entonces a San Luis de Tolosa como patrono”, dice Medina.
La tercera leyenda señala que antes se acostumbraba a que, durante las fiestas patronales, los santos visitaran a otros patronos el día de su festividad. Un 19 de agosto la imagen de San Rafael, de la Parroquia de San Rafael Arriba de Desamparados, no llegó a Aserrí.
Así las cosas, el 24 de octubre, cuando llevaban la imagen de san Luis de Tolosa a San Rafael Arriba de nuevo se puso pesada. Los vecinos entendieron que el patrono estaba resentido.
Medina explica que estas leyendas probablemente no pasen el filtro histórico y que, además, un santo no poseería sentimientos negativos como “resentimiento” o “revancha”, pero que la intención del relato era remarcar que San Luis de Tolosa es el Santo Patrono del pueblo.
Sobre San Luis de Tolosa
Desde hace 445 años es el Santo Patrono de Aserrí. La devoción, luego de tantos años, está arraigada en el pueblo aserriceño, pero ¿quién fue San Luis de Tolosa?
San Luis nació el 9 de febrero de 1274 en Italia, hijo de María de Hungría y de Carlos II, rey de Nápoles. Desde pequeño fue muy piadoso, al punto que prefería dormir en el suelo a modo de penitencia que hacerlo en la cómoda y lujosa cama del palacio.
A causa de las luchas de su familia con los Reyes de Aragón, él y sus hermanos fueron llevados presos al Castillo de Moncada, en Cataluña. En medio de las circunstancias, San Luis aprovechó para profundizar más su vida espiritual.
Cuando le permitían salir de la celda, utilizaba su tiempo para hacer obras de caridad. Tras la paz entre las casas reales, él y sus hermanos son liberados, pero con una condición: Que Luis se casara con la princesa aragonesa. Para escándalo de su familia, el joven se negó rotundamente, pues deseaba ser fraile franciscano. Sus palabras fueron: “Jesucristo es mi reino. Poseyéndole a Él, lo tengo todo. Desposeído de Él, lo pierdo todo”.
Se ordenó sacerdote con tan solo 20 años e ingresó a la orden franciscana. Breve tiempo después asumió como obispo de Toulouse, en Francia, donde se destacó por su labor caritativa y por seguir su ideal de pobreza.
Falleció muy joven, a la edad de 23 años, el 19 de agosto de 1297. Su fama de santidad se extendió rápidamente y en 1317 fue declarado Santo por el Papa Juan XXII.