Son tres días de reflexión en torno a la figura de la Virgen María. De esta forma, la Iglesia en nuestro país celebra la primera Jornada Mariológica, la cual cuenta con la participación de Fray Stefano Cecchin, OFM, presidente de la Pontificia Academia Mariana Internacional (PAMI) y un reconocido mariólogo a nivel mundial.
Cuaresma, camino de reconciliación y de esperanza
Cuando iniciamos el tiempo de Cuaresma, particularmente en este año Jubilar, invitamos a todos los fieles a dejarse alcanzar por la misericordia de Dios que quiere reconciliarnos para sanar nuestra vida, nuestras relaciones, para que podamos caminar juntos en esperanza.
En la Sagrada Escritura, caminar en la esperanza es propio de aquellos a quienes Dios llama. Le dijo a Abraham: “Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré” (Gn 12,1). Posteriormente, cuando el pueblo estaba cautivo en Egipto, Dios lo llamó por medio de Moisés a salir de aquella tierra hacia la libertad prometida, les mandó decir: “He decidido sacarlos de la opresión egipcia y hacerlos subir… a una tierra que mana leche y miel” (Ex 3,17).
Después de que Juan (el bautista) fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Conviértanse y crean en el Evangelio» (Mc 1, 14-15; Mt 4, 17) Signos de la misericordia acompañaron su predicación, pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal (Pref. Común VIII). De esta manera, inaugura Jesús su predicación, en la que anuncia la iniciativa divina de acercarse a la humanidad de una forma nueva, su mensaje manifiesta la grandeza de Dios como Padre compasivo y salvador, destellando así un rayo de esperanza. Convertirse significa tomar otra dirección, cambiar de rumbo, es romper la cerrazón del corazón, abandonar la autosuficiencia. Es posible por la fe, la confianza de abandonarse al poder salvador de Dios.
A nosotros nos impulsa también el Espíritu al desierto cuaresmal para caminar, como lo hizo Abraham e Israel, hacia el monte santo de la Pascua, la verdadera patria del Cielo que Jesucristo mismo nos muestra. Y este camino lo hacemos juntos, como Iglesia.
Al emprender el camino, sabemos muy bien que encontraremos obstáculos, dificultades, dudas e incluso el deseo de regresar. El mayor de los obstáculos es el mismo pecado. Los israelitas cruzando el desierto, empezaron a dudar de si Dios estaba realmente con ellos (Cf. Ex 17,7) y perdieron de vista el horizonte y la esperanza de la tierra prometida. Por ello, solo llegaron a la tierra de Canaán aquellos que se volvieron a Dios e imploraron su misericordia. También nosotros, estamos llamados a poner nuestra mirada en Dios y decir, como el salmista, “nuestros ojos están fijos en el Señor, esperando su misericordia” (Sal 123).
La han visto subirse a una motocicleta, en una mano lleva su maleta y con la otra se agarra al conductor, para ir rumbo a las comunidades más alejadas y de difícil acceso de la Zona Norte y compartir con sus pobladores la Buena Nueva.
“Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz”. Así se titula el Mensaje del Papa Francisco para la 58ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el próximo 1° de enero de 2025.
El texto, firmado en la Ciudad del Vaticano el pasado 8 de diciembre, en la Solemnidad de la Inmaculada, desarrolla cuatro temas de actualidad según el parecer del Papa Francisco titulados: “Escuchando el grito de la humanidad amenazada”; “Un cambio cultural: todos somos deudores”; “Un camino de esperanza: tres acciones posibles” y “La meta de la paz”.
Con la prudencia que le caracteriza, Mons. Óscar Fernández, Obispo de Puntarenas, pondera cada palabra antes de responder. Este domingo 22 de diciembre cumple sus 75 años de edad, lo que significa que, de acuerdo con las normas canónicas, debe presentar su renuncia al Santo Padre.