Cuando nos topamos con una crisis mundial como la provocada por la pandemia del Covid-19, es momento de hacer un alto y preguntarse: ¿en qué ha puesto la humanidad sus intereses y afanes?
La reflexión cabe para todos. Sabemos que todo lo material es pasajero, que nuestro paso por este mundo es transitorio. Pero, para los creyentes la esperanza no defrauda (Romanos 5, 5). Los seres humanos hemos sido creados por Dios para la vida eterna.
Mientras estemos en este mundo, debemos procurar la buena administración de todo lo que se nos ha dado. Quizás, en este tiempo de pandemia, muchos se habrán dado cuenta que hay, en verdad, cosas trascendentes, y otras que no lo eran tanto. ¿Qué tal si pensamos en la familia? Esto sí merece el esfuerzo de todos para sacarla adelante.
En la lucha contra la pandemia y en aras de fortalecer nuestra sociedad, hablo a nivel mundial, pero me enfoco en lo que acontece en Costa Rica, debemos afirmar nuestros esfuerzos en fortalecer la familia, como proyecto de Dios para la vivencia responsable del amor y que es necesaria para la sociedad como célula fundamental. Fortaleciendo a la familia, fortaleceremos a la sociedad. La familia es un tesoro de incalculable riqueza.
Al respecto, el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, numeral 213, nos dice: “Una sociedad a medida de la familia es la mejor garantía contra toda tendencia de tipo individualista o colectivista, porque en ella la persona es siempre el centro de la atención en cuanto fin y nunca como medio (...). Sin familias fuertes en la comunión y estables en el compromiso, los pueblos se debilitan. En la familia se inculcan desde los primeros años de vida los valores morales, se transmite el patrimonio espiritual de la comunidad religiosa y el patrimonio cultural de la nación. En ella se aprenden las responsabilidades sociales y la solidaridad”.
Abundantes razones que podemos dar en favor de la familia como célula fundamental de la sociedad. Además, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 16 indica: “La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”.
Sobre esto quiero ahondar. En los últimos años, ¿qué proyectos han marcado con contundencia la protección de la familia en Costa Rica?
Necesitamos que la familia esté en la agenda de nuestras autoridades gubernamentales, de nuestros legisladores. Que la familia no sea algo accesorio ni visto para fines ideológicos. La familia es una institución natural y ancestral que merece respeto, por el bien que produce para la sociedad. La familia merece la mayor atención y las condiciones plenas para su desarrollo.
En su Encíclica Amoris Laetitia, numeral 44, el Papa Francisco claramente señalaba: “La familia es un bien del cual la sociedad no puede prescindir, pero necesita ser protegida. La defensa de estos derechos es una llamada profética en favor de la institución familiar que debe ser respetada y defendida contra toda agresión, sobre todo en el contexto actual donde suele ocupar poco espacio en los proyectos políticos”.
Es hora de visibilizar la importancia de la familia. Oremos para que las políticas sociales y económicas de nuestro país tengan una opción preferencial por nuestras familias, esto es un camino seguro para fortalecer el futuro de nuestra sociedad.
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