Cuantos elementos valiosos podemos rescatar de este tiempo, los cuales nos ayudan a darle un sentido a este caminar, no es solo dejar que pasen los cuarenta días y asistir a la vigilia pascual, sino se nos ofrece un camino para avanzar, abrazar nuestra cruz e ir en pos de Cristo. La piedad popular se nos vuelve nuestro mejor acercamiento, nuestra ruta para subir juntos esta escalada cuaresmal, claro está sin dejar de lado el avanzar en la Palabra de Dios que veremos en cada uno de estos domingos de cuaresma que se nos ofrece un verdadero itinerario de seguimiento de Cristo. El asistir a los vía crucis, ir a los ejercicios de los siete lunes, los siete dolores de la Virgen María entre otros; no tendrá sentido si nuestro mirar no esta en la Cruz, en ese madero que nos trae la salvación.
Con un signo de cruz en nuestras frentes o sobre nuestra cabeza se nos ha impuesto la ceniza, del polvo vienes al polvo volverás Gen 3.19, signo de humildad, o bien se nos ha dicho conviértete y cree en el evangelio Mc 1.15, todo esto porque para dar plenitud a la Palabra que dice: en ese pondré mis ojos: en el humilde y el abatido que se estremece ante mis palabras.
Así pues subamos con esperanza esta escalda cuaresmal dice un canto de este tiempo, acogiendo lo que la Iglesia nos pide, aprovechando cada momento aun sea este comunitario para reconocer nuestra pequeñez, nuestra necesidad, nuestro arrepentimiento; pero todo esto con la mirada en el cielo con la confianza que el Señor así como se dejó ayudar por Simón de Cirene, así el nos ayuda con nuestra cruz para que esta se convierta en árbol santo y fruto de vida, para el bien propio, el de nuestro hermanos y en comunión con la Santa Iglesia.
El Señor no solo nos espera en Betania (lugar de encuentro con sus amigos, lugar seguro), sino también en el Getsemaní, en el huerto, nos espera en el calvario, en su agonía. Nos espera para estar junto con él, así como María al pie de la cruz, si bien es cierto llora por el dolor de su hijo se mantiene erguida delante del madero santo, en el cual su Hijo esta haciendo la voluntad del Padre, para cumplirse la Palabra: no hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos Jn 15,13.
Ya iniciamos este camino cuaresmal, que el mirar atrás no sea para desanimarnos sino de ver cuanto hemos crecido, avanzado. Animo Cristo nos espera en la Cruz, para que todos juntos en la noche santa ayudemos a remover la piedra y como María Magdalena ser los primeros testigos de su resurrección. Avancemos mirando la cruz.