Face
Insta
Youtube
Whats
Jueves, 16 Mayo 2024
Suscribase aquí

Ya lo dijo Alain Ducasse “la cocina no es solo recetas”: es amor, dedicación, gusto y herencia. ¿Cuántas historias se cocinan al calor de los hornos? Y cuántos sabores e ideas hay detrás del rostro de un emprendedor que quiere ayudar a los suyos.

Así es como nació “Chepito”, una salsa picante elaborada con Chile Panamá y Uchuva, creada nada más y nada menos que por el Obispo Auxiliar de San José, Monseñor Daniel Francisco Blanco, cura párroco del Carmen, en San José.

Durante la pandemia, recuerda Monseñor Blanco, la señora que los ayudaba en la parroquia estuvo fuera varias semanas y a él le tocó asumir la cocina. En algún momento hizo una chilera y la compartió con algunos sacerdotes, colaboradores de la Curia Metropolitana y de Radio Fides. La sabrosa salsa gustó tanto que le ofrecieron comprar algunos vasitos. De boca en boca, la noticia de aquella delicia se corrió rápido, al punto de que en la navidad de 2021 Monseñor inició formalmente el emprendimiento para ayudar a la economía parroquial.

El gusto por la cocina es de origen familiar, explica Monseñor. “Mi mamá cocina repostería y conservas (jaleas, mermeladas y encurtidos). Mis hermanas y yo aprendimos con ella”, cuenta.

Después, cuando estudió en Roma y tenía que ir a alguna parroquia le decía a las personas que le enseñaran recetas italianas. “Dicen que me quedan muy bien las pastas y el risotto”, cuenta entre risas, y así fue como inició.

Navidad en la Amazonía

Diciembre 25, 2022

Hace dos días salí en barco desde el Puerto de Manaus en Amazonas. Ese día fue particularmente intenso: preparar el desayuno para las misioneras que estaban regresando de una itinerancia por la Guyana, alistar el equipaje y disponerme a ser recibido nuevamente por las aguas del gran río.

Y es navidad. Para nosotros, los franciscanos, es un tiempo especial. San Francisco de Asís abrazó el misterio del Dios que se hizo cercano, puso su tienda en medio de nosotros e hizo de su vida, ternura compartida con los más débiles.

“Saludos. Deseo preguntarle sobre la Comunión Espiritual. Mi duda y hasta cierto punto mi postura, es observar que no está bien comprendida, en su uso y en su difusión. Si creemos que la Comunión Espiritual tiene los mismos efectos que la Comunión Sacramental, muchos al mal entenderla, y aun estando en pecado grave o mortal, practican este tipo de comunión, porque lo ven como salvoconducto, casi que se dijeran: si no puedo comulgar sacramentalmente por mis pecados, que por el momento no puedo resolver, la Iglesia me permite hacer Comunión Espiritual con los mismos efectos de una Comunión Sacramental. Esta práctica está muy difundida y los sacerdotes mismos no comprenden el uso, es decir, no explican quienes pueden y quienes no pueden hacer la Comunión Espiritual. Entiendo que debe y puede comulgar espiritualmente todo aquel cristiano que esté en gracia de Dios y que no tenga grave impedimento para comulgar, sino que no pueda comulgar sacramentalmente por circunstancias que no constituyen ningún pecado. Me pregunto Monseñor, si estoy en error y si la Comunión Espiritual es para aquellos que viven en pecado mortal que no se confiesan”.

Leyla Ortiz Leiva - San José

 

Estimada Leyla, usted no se encuentra en ningún error, sino que tiene una idea clara de lo que es la Comunión Espiritual y acerca de quienes pueden realizarla real y sinceramente.

San Alfonso María de Ligorio, quien alabó e impulsó insistentemente la práctica de la Comunión Espiritual, la entendía como la estamos entendiendo nosotros, es decir, para personas que estén en gracia de Dios y que, por alguna razón en ese momento, no puedan acercarse a recibir a Jesús sacramentalmente. Un ejemplo: pensemos en fieles que se encuentren en una visita al Santísimo o en una Hora de Adoración, y deseen durante en ese acto de culto eucarístico, unirse profunda y personalmente con Jesús.

En tal caso pueden inclusive utilizar la fórmula tan conocida como la redactó San Alfonso María de Ligorio. La recordamos: “Creo Jesús mío que estás en el Santísimo Sacramento, te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma; ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón…y ahora como si ya te hubiese recibido, te abrazo, me uno a ti. No permitas Señor que jamás me separe de ti”.

Los fieles que, con ocasión de una celebración eucarística, hacen propia la fórmula que acabamos de recordar, bien entienden que el deseo de la comunión no equivale a la Comunión Sacramental y que, para los dos casos, es necesario el estado de gracia.

Cuando era adolescente, tuvo la oportunidad de ir a un campamento en Nicaragua, era el año 1999 y ese país había sufrido los estragos del Huracán Mitch. Allí vio personas que aun en medio de las circunstancias mantenían su alegría. Fue una experiencia que lo marcó y comenzó a sentir un llamado del Señor a servirle.

Fue ordenado sacerdote esta mañana el diácono vicentino Rogelio Díaz Cortés CM. La Santa Misa fue presidida en la parroquia San Buenaventura, en Turrialba, por Mons. Daniel Francisco Blanco Méndez, obispo auxiliar de San José.

Rogelio es hijo de Otoniel Díaz Flores y Paulina Cortés Solano. Para su ordenación eligió como lema la frase de Lc, 18: “El Señor me ha enviado a evangelizar a los pobres”.

Sus referentes en todo el proceso vocacional y misionero han sido sus padres y el sacerdote vicentino Ángel Plaza CM.

En conversación con el Eco Católico, Rogelio recordó como hace unos años no lo tenía tan claro como hoy. “Cuando entré al Seminario siempre escuchaba comentarios de mis compañeros con mucha claridad sobre sus referentes vocacionales, mencionaban algún sacerdote o bien algún agente pastoral, en mi caso en ese momento no encontraba referentes claros sobre algún sacerdote que me impulsara”, dijo.

Síganos

Face
Insta
Youtube
Whats
puntosdeventa
Insta
Whats
Youtube
Dignitas Infinita
Image
Image
Image
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad