“Hoy por la mañana me despertó una sirena y tuvimos que correr a un refugio”, cuenta Jovel Álvarez, misionero laico costarricense, presente en Haifa, al norte de Israel. Sin embargo, inmediatamente, aclara que la situación que él vive, aunque tensa, no se compara con el sufrimiento de los habitantes de Gaza y del Líbano.