
Hace poco, conversando con un amigo que ultimaba los detalles de su boda, me confesó que estaba preocupado por los gastos que esto implicaba. Sin dudarlo, le dije: “Deja tus preocupaciones en manos de San José” y le sugerí que escribiera una carta encomendándole su necesidad. Sorprendido, exclamó: “¡No lo puedo creer!”, a lo que respondí intrigado: “¿Pero por qué?”
Con emoción, me contó: “¡Vieras que sí lo hice! Hace dos semanas estuve en España y ni te imaginas lo que me pasó. Caminábamos por un parque en Barcelona y, como sabes, me encanta entrar a las iglesias. Pues bien, entré a una dedicada a San José, el Real Santuario de San José de la Montaña, y descubrí que tiene una capilla exclusiva para él, donde la gente puede escribirle cartas y dejárselas pidiendo su intercesión”.
Intrigado por su experiencia, decidí investigar más sobre este santuario y me encontré con una historia fascinante sobre su origen, marcada por la fe inquebrantable de Madre Petra de San José, una religiosa con profunda devoción al santo.