Face
Insta
Youtube
Whats
Domingo, 23 Noviembre 2025
Image

Un regalo de Dios: diálogo entre Willy y Benjamín

By Willy Chaves Cortés, OFS Orientador Educativo y Familiar, UJPll / Doctor en Humanidades, UPF Noviembre 21, 2025

Willy: Benjamín, mi hijo, cuando te vi por primera vez supe que llegaste a mi vida como un regalo de Dios. Desde ese primer abrazo supe que quería darte todo lo que un padre puede ofrecer: amor, seguridad y herramientas para construir tu propio camino.

Benjamín: Papá, tú has sido mi mundo desde que nací. A veces me pregunto por qué me cuidas tanto, y luego recuerdo que tú también fuiste cuidado con amor cuando eras pequeño.

Willy: Así es. Yo crecí con una historia que me marcó, y decidí que mi hijo no pasaría por lo mismo. Fui adoptado por mi tía materna desde que tenía cinco días, y mi niñez estuvo marcada por golpes, castigos y un dolor que nadie debería vivir. Pero aprendí que el dolor puede convertirse en gratuidad cuando elegimos amar sin límites.

Benjamín: Papá, a veces me parece increíble que de esa historia naciera alguien que quiere ser educador, estudioso y comunicador. ¿Cómo lograste convertir ese dolor en algo que nos sirva a los demás?

Willy: Porque entendí que la vida nos da dos regalos: la historia que cargamos y la posibilidad de transformarla. Decidí estudiar y formarme para ser un educador educativo y familiar. Quería ser tu primer educador fuera del hogar, que veas en mí a alguien que te acompaña, te guía y te respeta como persona.

Benjamín: Y ahora, con once años, me dices que la casa está llena de libros. ¿Qué te inspira a seguir aprendiendo incluso jubilado?

Willy: La curiosidad. La vida es un libro abierto, y cada página es una oportunidad para aprender algo nuevo sobre el mundo, sobre las personas y sobre uno mismo. Si yo sigo estudiando, es para ser un ejemplo: que nunca dejemos de crecer, que el aprendizaje sea una constancia y no un destino.

Benjamín: A veces me pregunto si podré hacer lo mismo cuando crezca: ser ejemplo para otros, ayudarles a estudiar y a cuidarse. ¿Qué recomendaciones me darías, papá?

Willy: Primero, escucha tu corazón. El aprendizaje florece cuando hacemos preguntas que nacen del deseo de comprender. Segundo, cuida tus valores: la empatía, el respeto, la honestidad y la responsabilidad te acompañarán en cada decisión. Tercero, nunca temas pedir ayuda; reconocer que necesitas apoyo es signo de fortaleza, no de debilidad.

Benjamín: Papá, ¿cómo fue para ti crecer siendo un niño que sufrió?

Willy: Fue un camino duro, pero no imposible. Aprendí que la memoria puede ser una aliada o un enemiga, según cómo la uses. Elegí transformarla en un motor para proteger a los que amaba y para construir un entorno seguro y lleno de esperanza. Cada día me hice una promesa: darte amor, darte herramientas y enseñarte a elegir lo correcto, incluso cuando sea difícil.

Benjamín: ¿Y qué haces para que en nuestra casa haya paz, aunque haya momentos difíciles?

Willy: Hablo contigo con honestidad, sin esconder lo que siento. Si algo me preocupa, te lo digo con paciencia y respeto, y te escucho sin interrumpir. También creamos momentos de silencio para respirar y calmar emociones. Y, sobre todo, mantenemos la casa llena de libros, porque cada libro abre una puerta a otra forma de entender el mundo.

Benjamín: Me encanta cuando abres un libro y empiezas a leer con voz suave. ¿Qué libro te marcó más en tu vida?

Willy: Muchos. Pero uno que siempre recuerdo es una historia de superación, donde una persona descubre que su valor no depende de las cosas que tiene, sino de la forma en que decide actuar ante la adversidad. Me enseñó a valorar la dignidad humana por encima de todo.

Benjamín: ¿Crees que yo también podría encontrar mi vocación en el estudio y en ayudar a los demás?

Willy: Claro. Tu vocación no es solo lo que haces, sino cómo lo haces. Si estudias con curiosidad, si te interesas por las personas y si practicas la bondad, ya estarás en el camino correcto. Y si algún día te preocupa algo o sientes miedo, recuerda que siempre hay alguien a tu lado para acompañarte.

Benjamín: Papá, quiero hacerte una pregunta importante: ¿cómo te sientes cuando miras atrás y ves tu historia?

Willy: Siento una mezcla de dolor y gratitud. Dolor por lo que viví, sí, pero gratitud por la oportunidad de haber aprendido a amar de una manera consciente. Me dio la capacidad de perdonar, de sanar y de convertir mi experiencia en un faro para ti y para otros niños y niñas que necesitan una mano amiga.

Benjamín: ¿Entonces nuestro hogar es un lugar de sanación?

Willy: Sí, un lugar de sanación y de aprendizaje constante. Aquí cada libro es una ventana y cada conversación, una oportunidad para entender mejor el mundo y a las personas que nos rodean. Quiero que sientas que esta casa te sostiene, que te da alas para volar, y que, si algún día te caes, estaremos para levantarte.

Benjamín: A veces me pregunto por qué a veces parezco tímido frente a otros niños. ¿Crees que es porque he crecido rodeado de libros y no de juegos fuertes?

Willy: No necesariamente. La timidez puede ser una forma de protegerse y de observar con cuidado.

Pero también quiero que sepas que tienes de qué sentirse orgulloso: tu capacidad de escuchar, de reflexionar y de buscar las respuestas con paciencia. Si un día te sientes inseguro, recuerda que tú vales tal cual eres, y que contar con el apoyo de tu padre no te quita fuerza, te la añade.

Benjamín: ¿Qué significa para ti ser mi primer educador?

Willy: Significa que, desde pequeño, traté de darte el ejemplo de cómo vivir con integridad, cómo estudiar para comprender el mundo y cómo comunicarte con respeto. Ser tu primer educador es asumir la responsabilidad de ser un modelo, pero también la libertad de aprender contigo, de crecer juntos y de celebrar cada progreso, por pequeño que parezca.

Benjamín: ¿Qué sueños tienes ahora, papá?

Willy: Seguir estudiando, como siempre. Quiero profundizar en temas que nos ayuden a entender mejor a las personas y a las familias. También deseo escribir y compartir historias que muestren que la dignidad y el amor pueden sanar incluso las heridas más profundas. Y, sobre todo, quiero seguir siendo un refugio seguro para ti, para que sepas que siempre tendrás a tu padre, tu guía y tu compañero de vida.

Benjamín: Papá, gracias. Gracias por cada libro, por cada conversación, por cada abrazo. Prometo estudiar con el mismo corazón con que me das tu amor.

Willy: Gracias a ti, Benjamín. Tu promesa ya es una semilla de futuro. Cada día que te veo crecer, me doy cuenta de que mi vida tiene un propósito: acompañarte para que seas una persona de bien, que estudia, que cuida y que ama con justicia. Somos un equipo, y este hogar es nuestro proyecto de amor.

Benjamín: Entonces seguimos adelante, cada día, aprendiendo y construyendo juntos. ¿Te parece?

Willy: Me parece perfecto. Sigamos adelante, con la certeza de que cada libro que leemos, cada conversación que tenemos y cada abrazo que nos damos nos acerca a la mejor versión de nosotros mismos. Porque, al final, lo que más importa es el amor que compartimos y la dignidad con la que tratamos a los demás.

Benjamín: Te quiero, papá.

Willy: Y yo te quiero más cada día, hijo. Que este regalo de Dios que es nuestra vida siga siendo un camino de aprendizaje, de sanación y de amor para ambos y para quienes nos rodean.

Síganos

Face
Insta
Youtube
Whats
anuncioventa25.png
puntosdeventa
Insta
Whats
Youtube
Image
Planes de Suscripción Digital
Image
Image
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad