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El primer Obispo mártir de Centroamérica. Art. 14.

By Pbro. Fernando A. Vílchez C. Junio 07, 2020

El Obispo Fray Antonio de Valdivieso Álvarez O.P. (1544-1550) da su vida por la defensa del cumplimiento de las “Leyes Nuevas”.

Con las “Leyes Nuevas” de 1542 y 1543 se pasa de una etapa previa de descubrimiento y de conquista a otra de asentamiento y de mayor control regio de la realidad americana, en donde entraron en juego diversos factores de índole legal, económico, social y religioso. La aplicación de las “Leyes Nuevas” implica toda una serie de reformas legales y gubernativas, particularmente en la renovación de las funciones de los Virreinatos y de las Audiencias.

Al crearse nuevas Audiencias, se suprime momentáneamente la figura de los Gobernadores de las Provincias, con lo que el gobierno se centraliza en el Presidente de la Audiencia, que será quien nombra a los “Alcaldes ordinarios”, encargados de administrar la justicia en los territorios. Aunque ya en la década de los años cincuenta se aplica la figura de los “Alcaldes Mayores” y de los “Alcaldes Mayores-Gobernadores”, con mayores facultades y poderes que los anteriores y, a partir de 1560, la Corona vuelve al uso de nombrar Gobernadores para cada Provincia, pero siempre supeditados a la autoridad del Presidente de la Audiencia.

Esto repercute en el caso concreto de nuestra Audiencia de Los Confines, donde su Presidente, el Licenciado Alonso López de Cerrato (1548-1555), impulsó una reforma de aplicación de la ley, tendiente a eliminar el “servicio personal” de los indígenas encomendados, vigilando para que se les diera buen trato y porque dicho “servicio personal” se diera por “alquiler”, es decir, voluntariamente y con paga justa, buscando así el control de los abusos que se daban. Con ello las “Leyes Nuevas” tuvieron su efectiva repercusión.

El 22 de febrero de 1549 Juan Pérez de Cabrera fue nombrado “Gobernador de Cartago o Veragua” -nombre temporal de nuestra entonces naciente Provincia-. La Corona había dirigido una Real Cédula a la Audiencia de Los Confines, el 31 de diciembre de 1549, en la que le ordenaba dar las respectivas instrucciones y velar porque la expedición del nuevo “Gobernador de Cartago” se hiciera conforme a la legislación vigente y, en la misma fecha, dirigía otra Real Cédula en ese sentido a Pérez de Cabrera. El nuevo Gobernador organiza una expedición hacia nuestras tierras, pero ante las exigencias de la Audiencia de Los Confines de hacerlo de acuerdo con las “Leyes Nuevas” en lo relativo al buen trato debido a los indígenas, abandonó la empresa.

Y aún más. El espíritu de las “Leyes Nuevas” y el intento de su aplicación en la Audiencia de Los Confines provocó en Nicaragua el levantamiento de la familia de los encomenderos Contreras, que acabó con el atroz asesinato a sangre fría del tercer Obispo de Nicaragua, Fray Antonio de Valdivieso Álvarez O.P. (1544-1550), dada la serie de valientes denuncias que elevó por los abusos que se cometían en contra de los indígenas.

El Obispo Valdivieso Álvarez nació alrededor de 1495 en Villahermosa de Burgos en España. El 1° de marzo de 1543 el emperador Carlos V (1519-1556) lo presentó al Papa para Obispo de León en Nicaragua. Por sus cartas, se sabe que estuvo en América antes de ser nombrado Obispo, se ignora dónde ejerció el ministerio sacerdotal como fraile dominico, pero cuando se produjo su elección episcopal se encontraba en España y, con celeridad, partió a Nicaragua en noviembre de 1543. Llegó a su obispado entre mayo y junio de 1544, y por concesión del Patronato, de inmediato comenzó a gobernarlo. La dispensa para que fuera consagrado por un solo Obispo -no por tres como está mandado desde el canon 4 del I Concilio de Nicea (325)-, en presencia de “dos dignidades eclesiásticas”, fue concedida el 21 de agosto de 1544, pero evidentemente no llegó antes de su ordenación.

El 10 de noviembre de 1545, desde Gracias a Dios en Honduras, informa de su ordenación episcopal, celebrada allí el domingo 8 de noviembre de 1545, y conferida por tres Obispos -el de Guatemala Obispo Francisco Marroquín Hurtado (1534-1563), el de Chiapas Obispo Fray Bartolomé de Las Casas O.P. (1484-1566) y el de Comayagua en Honduras Obispo Cristóbal de Pedraza (1541-1555)-, comentando que es la primera ordenación episcopal que se celebra “en esas partes con tres Obispos”, pues efectivamente no era lo habitual.

En la misma carta presenta un interesante informe sobre su diócesis, fruto del encuentro de estas cuatro insignes figuras del episcopado, que permite el desarrollo de una “Junta Eclesiástica” entres ellos, en la que se plantea una serie de fuertes denuncias por el maltrato de que son objeto los indígenas, siempre a la luz de la no aplicación de las “Leyes Nuevas”.

Las cartas del Obispo Valdivieso Álvarez -que ya han sido publicadas- son un reflejo de su clara opción por la valiente defensa de los indígenas, aún a sabiendas de que con ello ponía en riesgo su propia vida. Desde su llegada a Nicaragua se vinculó con la cruda realidad de su obispado y sintió la necesidad de transformar las estructuras opresoras que se imponían sobre los naturales de aquella Provincia, circunstancia que le llevó a experimentar en primera persona las exigencias, renuncias y peligros que esta tarea implicaba.

El Obispo fue sin duda un auténtico pastor, como lo refleja la carta del 20 de setiembre de 1545 desde Gracias a Dios, en que dice al Consejo de Indias: “En otras cartas he suplicado a Vuestra Majestad mande señalar los términos [límites] de aquel obispado, para que yo sepa de qué ovejas he de dar cuenta a Dios, para que las conozca”. Es el celo pastoral del primer Obispo mártir de Centroamérica.

El Obispo Fray Antonio de Valdivieso Álvarez O.P., murió asesinado el 26 de febrero de 1550, por Pedro y Hernando de Contreras -quienes asaltan su casa episcopal y Hernando en persona lo apuñala con una daga-. Son hijos del exgobernador de Nicaragua, Rodrigo de Contreras (1535-1544), que de esta forma asesinan vilmente al Obispo por las diferencias que tuvo con esa familia por la aplicación de las “Leyes Nuevas” y la defensa de los indígenas. Esta rebelión, motivada sobre todo por la cesación en su oficio del mencionado Gobernador y por la pérdida de la administración de sus encomiendas, es una especie de eco del levantamiento del también Gobernador Gonzalo Pizarro (1544-1548) en Perú.

Fray Antonio de Valdivieso Álvarez O.P. debe ser considerado en justicia el primer Obispo mártir de Centroamérica y de toda América, por su defensa de los derechos humanos de los indígenas. Su sepultura -junto a la de los dos anteriores Obispos de León- se encuentra en la Catedral leonina.

La aplicación de las “Leyes Nuevas” crea así una nueva consciencia frente a la dura realidad de los indígenas americanos, y la Iglesia sigue desarrollando la valiente tarea de su defensa.

Last modified on Sábado, 20 Junio 2020 19:17

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