Domingo 14 de agosto. XX del Tiempo Ordinario
No he venido a traer la paz, sino la división.
Del santo Evangelio según san Lucas
12, 49-53
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “He venido a traer fuego a la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra”.
Palabra del Señor.
Meditación personal:
Jesús describe su misión como un fuego que destruye lo caduco y se extiende como un incendio devorador. Por eso provoca antagonismo entre quienes aceptan su mensaje y aquellos que no lo aceptan, aunque estén unidos por lazos de sangre. Jesús lo vivió en su propia carne. Pero esto no contradice su condición de Mesías portador de paz, pues la verdadera paz se construye a partir de la conversión.
Oración personal:
Señor Jesús, ayúdame a imitar tu ejemplo y seguir anunciándote, aunque otros no me comprendan. Que sea siempre reflejo del amor que tú nos tienes.