Tampoco hay que sorprenderse de que Herodes creyera en las Escrituras, aunque no se lea eso directamente en el Evangelio de San Mateo; sólo se dice que hizo consultar a los expertos en la interpretación de las mismas. No hay que “trasladar” a esos tiempos la mentalidad racionalista y con frecuencia incrédula, de los “grandes” de nuestro tiempo.
Y después de todo esto, estimada doña Sonia, una observación general acerca del relato de los Reyes Magos en el Evangelio de San Mateo. Hoy en día los exégetas o estudiosos de las Escrituras, nos afirman que la intención del Autor del primer Evangelio (el de San Mateo), no ha sido tanto la de narrarnos un hecho estrictamente histórico, sino ofrecernos una instrucción o enseñanza acerca de quién es Jesús, a saber, Rey Universal, Rey de todos los Pueblos, pero a la vez en todo igual a nosotros, nacido pues de Mujer. Él es el Enmanuel, a saber, “Dios con nosotros”. Es por eso que se nos dice que los Sabios “Lo adoraron de hinojos” (2,11) ofreciéndole dones destinados precisamente a la Divinidad (oro e incienso), pero con la mirra, con que se evidenciaba su humanidad.
La manera con que San Mateo nos ofrece esta profunda enseñanza, en el lenguaje bíblico se llama midrash, palabra que en hebreo significa precisamente, instrucción enseñanza religiosa, exposición. En ella, con elementos bíblicos, pero también con otros introducidos por el Autor, se ofrecía a los destinatarios una explicación sobre un hecho o una doctrina obviamente verdaderos.
Aquí, en el relato de San Mateo, la verdad y lo realmente histórico, es que Jesús, el nuevo Rey, está destinado a ser reconocido por todos y en lo que realmente Él es, a saber, “Dios verdadero y hombre verdadero”. Los elementos o medios con que Sn Mateo nos da esta enseñanza, no necesariamente son los históricos, aunque inspirados por el Antiguo Testamento.
En conclusión, doña Sonia, nuestro interés para una recta lectura e interpretación de la Sagrada Escritura, nos debe llevar a un estudio aún más amplio, profundo y continuo de la Palabra de Dios.