A lo largo de sus 104 años de existencia, la misión del Hogar Cristiano ha consistido en brindar la formación integral adecuada a las personas menores de edad y que se encuentran en riesgo social, para que logren desarrollar las habilidades y destrezas necesarias que les permitan reintegrarse a la sociedad por medio de un cuidado cariñoso, personalizado y espiritual.
Esta labor se distingue por su entrega y amor en el trabajo diario a favor del bienestar de la niñez en riesgo que el Señor pone en sus manos a través de las distintas oficinas del Patronato Nacional de la Infancia.
En el hogar se atiende a 75 personas menores de edad, (niñas, niños y adolescentes) en riego social, cuyas edades oscilan entre 0 y 17 años según comentó la hermana María Auxiliadora Junez, de la institución.
La hermana relató que no esperaban la distinción: “Sinceramente no, el Hogar Cristiano es una institución que día a día se mantiene como una expresión de generosidad, de entrega y compromiso, de trabajo arduo y silencioso en favor de las personas menores de edad. Es un apostolado de grandes retos, que demanda entrega y compromiso, trabajo arduo y silencioso, labor tesonera en todos los ámbitos de formación. En fin, un apostolado que ofrece la oportunidad de vivir a plenitud las obras de misericordia, la cual constituye un orgullo del compromiso social de la Iglesia en Puntarenas”.
Las hermanas Misioneras de la Asunción están en la Diócesis de Puntarenas desde 1946. “Tenemos 76 años de labor en esta noble misión. Pertenecemos a la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Asunción, que inició su fundación como orden religiosa junto a la misión en el Hogar Cristiano. Nuestra Congregación es de origen costarricense, fundada por Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez”, explicó la hermana María Auxiliadora.