Face
Insta
Youtube
Whats
Sábado, 07 Septiembre 2024
Suscribase aquí

Ir de misión y usar una biblia como almohada

By Agosto 07, 2024
Peregrinación de los Jóvenes del Camino Neocatecumenal culminó con una visita a la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles Peregrinación de los Jóvenes del Camino Neocatecumenal culminó con una visita a la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles Foto: Camino Neocatecumenal

Normalmente, una vez al año, jóvenes del Camino Neocatecumenal visitan comunidades del país para compartir su fe durante un fin de semana. Es una experiencia fuerte. No llevan dinero ni celular. En sus bolsillos portan únicamente sus cédulas de identidad.

Quedan a expensas de la Divina Providencia, no saben si van a comer o dónde van a dormir. Si alguien les ofrece alimento o un lugar para pasar la noche pueden aceptarlo, pero si no, tendrán que buscar alguna solución.

Esta es una de las formas en que se lleva a cabo la experiencia conocida como Peregrinación de los Jóvenes del Camino Neocatecumenal, la cual este año se realizó a mediados de julio.

Dicha experiencia cerró con un encuentro en el Polideportivo de Cartago, en el que participaron cerca de 1500 jóvenes. Culminó con una caminata rumbo a la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles, donde hicieron una entrada con cantos en honor a la Virgen.

“Los envió de dos en dos”

Los jóvenes mayores de edad pertenecientes al Camino tienen la posibilidad de hacer esta experiencia misionera. Se despojan de todo, se quedan únicamente con lo que llevan puesto y salen de dos en dos (elegidos al azar) a compartir su fe en Cristo.

Francisco “Chico” Bertozzi, catequista del Camino Neocatecumenal, coordinó un grupo de 300 muchachos y muchachas en la Parroquia de Palmares, Diócesis de San Isidro. Llegaron allí el jueves, celebraron vísperas e hicieron oración.

El viernes rezaron laudes por la mañana y salieron a los barrios a hacer el Anuncio de la Buena Nueva. De ese grupo, 164 jóvenes mayores de edad decidieron hacer la llamada “Experiencia de dos en dos”. La gran mayoría no pasó hambre y tuvo donde dormir.

En algunas casas los invitaron a comer y hasta la dueña de un hotel, cuando supo lo que hacían, puso a disposición las habitaciones que estaban desocupadas. De esta forma, llevaron la Palabra de Dios, compartieron su experiencia de fe y escucharon a los hermanos.

Esto recuerda el pasaje de San Marcos 6, 7-13, cuando Jesús envió a sus discípulos de dos en dos y les pidió no llevar ni pan, ni alforja, ni dinero. Así como el de la misión de los 72 narrada en Lucas (10, 1-12/17-20): “Donde entren y los reciban, coman lo que les den”.

De acuerdo con Francisco, a veces no les dan nada, pero eso ayuda también a ver a Cristo aun en lo más pequeño, como cuando sin pedirlo aparece alguien y ofrece una taza de café. Hay casas donde no los reciben y otras donde se quedan a conversar por horas.

Chico afirma que esta experiencia es como un sello, algo que les deja una marca de Jesucristo para el resto de sus vidas. Recordó las palabras de Job: Yo te conocía sólo de oídas; pero ahora te han visto mis ojos (Job, 42 - 3). En este caso, ya no solo han escuchado a sus papás hablarles de Dios, sino que han tenido un encuentro.

“Podés salirte de la iglesia pero si una vez conociste a Jesucristo eso queda para siempre”, dice el catequista y coordinador. El sábado los muchachos regresaron y fueron a Concepción de La Unión, donde celebraron la Eucaristía, presidida por el Padre Dennis Féliz de la Cruz.

El domingo fue el encuentro en el Polideportivo, allí celebraron la Eucaristía, presidida por Mons. Mario Quirós, obispo cartaginés. Hubo predicación, cantos, laudes y otras actividades.

Ese día se realizó la Llamada Vocacional, donde se invita a quienes sienten el llamado a la vida sacerdotal o religiosa a ponerse en pie. Este año se levantaron 44 varones y 40 muchachas. Luego, partieron rumbo a la Basílica con una imagen de la Virgen, entre cantos y consignas.

La Biblia como almohada

Axel López Montealegre, de 26 años y perteneciente a las comunidades del Camino Neocatecumenal en la parroquia de Moravia, participó en esta experiencia en San Isidro. La calificó de maravillosa, única y para nunca olvidar. En medio del cansancio, el hambre, la sed y el calor, reafirmó que Dios no defrauda.

Junto a su compañero, abrió la Biblia al azar y leyó el pasaje de la segunda multiplicación de los panes en el Evangelio de San Marcos (Mc 8, 4). Eso les dio ánimo y siguieron su camino.

Por la noche, fueron a Misa en la comunidad y de nuevo surgía el Evangelio de San Marcos, cuando Jesús le dice a sus discípulos que los envía como ovejas entre lobos, que sean precavidos como serpientes y sencillos como palomas.

Axel menciona que a veces los rechazaron, pero también hubo quienes los acogieron, personas que quizá necesitaban escuchar la Palabra de Dios o compartir un momento de fraternidad.

Cuenta que uno de los retos fue encontrar un lugar dónde pasar la noche. Decidieron dormir en un parque. Se encontraron con dos compañeros y acordaron que uno estuviera despierto mientras los otros tres dormían. Recordó cuando rezaba el rosario en medio de la noche sin nada, sin abrigo, dinero, comida, bebida o una cama para dormir, reflexionó sobre su propia pequeñez y de que “sin Dios no soy nada”. Dio gracias por tantas bendiciones.

“Dejarse sorprender”

Gloriana Aguilar, de la Parroquia Inmaculada Concepción de Zapote, participó en la experiencia. Si bien, no se había anotado para participar en ella, al final decidió hacerlo. Admite que al principio sintió miedo, se preguntaba cosas como: “¿Dónde voy a dormir?” o “¿qué voy a comer?”, incluso buscó excusas, pero sintió el impulso y lo hizo.

“Puedo decir que no me arrepiento para nada”, aseguró. A ella y su compañera les correspondió el Barrio de Quebradas y Morazán, en San Isidro. Hubo quienes las escucharon y quienes no, algunas personas compartían su propia experiencia o una situación por la que estaban pasando e incluso pedían una oración.

Para Gloriana, se trató de aprender a confiar en Dios, comprender que, a través de las vivencias personales, sin importar cuales sean, es posible encontrarse con el Señor. Contó que pasó la noche en un corredor del Santuario de la Divina Misericordia, pues el párroco escuchó que había unos jóvenes de misión y les permitió quedarse ahí.

 

Last modified on Jueves, 08 Agosto 2024 10:24
Danny Solano Gómez

Periodista, licenciado en Producción de Medios, especializado en temas de fe católica, trabaja en el Eco Católico desde el año 2009.

Síganos

Face
Insta
Youtube
Whats
puntosdeventa
Insta
Whats
Youtube
Mes de la Biblia 2024
Image
Image
Image
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad