Cuestionado por los periodistas que le acompañaban, acerca del tema, en referencia a la comunión a personas que lo favorecen desde el campo político, dijo:
“El aborto: es más que un problema, es un homicidio, quien aborta mata, sin medias palabras. Tomen cualquier libro de embriología para estudiantes de medicina. La tercera semana después de la concepción, todos los órganos ya están ahí, incluso el ADN... es una vida humana, esta vida humana debe ser respetada, ¡este principio es tan claro! A los que no pueden entenderlo, les haría esta pregunta: ¿es correcto matar una vida humana para resolver un problema? ¿Es correcto contratar a un sicario para matar una vida humana? Científicamente es una vida humana. ¿Es correcto sacarlo para resolver un problema? Por eso la Iglesia es tan dura en este tema porque si acepta esto es como si aceptara el homicidio diario”.
El Papa también se refirió a otros temas, como la vacunación, y la actitud de quienes rechazan las vacunas contra el Covid-19. Dijo que “es un poco extraño porque la humanidad tiene una historia de amistad con las vacunas: sarampión, poliomielitis... quizás esta virulencia se deba a la incertidumbre, no sólo de la pandemia”.
“Existe la diversidad de las vacunas y también la fama de algunas vacunas que son un poco más que el agua destilada, esto ha creado un temor. Hay otros que dicen que es un peligro porque dicen que con la vacuna se te mete el virus dentro, incluso en el Colegio de Cardenales hay algunos negacionistas y uno de ellos, pobrecito, está hospitalizado con el virus. La ironía de la vida. No puedo explicarlo bien, algunos dicen que porque las vacunas no están suficientemente probadas. Hay que dejarlo claro: en el Vaticano todos están vacunados, excepto un pequeño grupo que se está estudiando como ayudarlos”, aclaró.
Finalmente, en relación al llamado matrimonio homosexual, recordó que el matrimonio es un sacramento, y la Iglesia no tiene poder para cambiar los sacramentos tal y como el Señor los ha instituido.
“Hay leyes que intentan ayudar a las situaciones de muchas personas que tienen una orientación sexual diferente. Es importante, los Estados tienen la posibilidad de apoyarlos civilmente, darles seguridad de herencia, salud, etc., no solo a los homosexuales, sino a todas las personas que quieran asociarse. Pero el matrimonio es el matrimonio. Esto no significa condenarlos, son nuestros hermanos y hermanas, debemos acompañarlos”, agregó.