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Milagro: el regalo de la vida

By Marzo 13, 2023
Milagro dijo sí a la vida y hoy es madre de dos niñas. Milagro dijo sí a la vida y hoy es madre de dos niñas.

Tenía las pastillas para abortar en la mesa, pero decidió no tomarlas, eran muchas emociones juntas, optó por tomar un baño de agua fría, abrió la ducha, justo cuando acercaba su mano al chorro para aclimatarse sintió por primera vez en su vientre una leve patadita, su bebé se estaba moviendo, y entonces lloró.

Milagro dijo sí a la vida y hoy es madre de dos niñas. Su historia puede ser la de muchas mujeres jóvenes que enfrentan un embarazo inesperado en medio de una situación difícil.

Ella fue dada en adopción a una pareja de estadounidenses, poco después de cumplir los 18 años se independizó. En algunos aspectos era muy madura para su edad, pero reconoce que desconocía muchas cosas, por ejemplo, algo tan sencillo como tomar un autobús.

Todo iba bien, estudiaba en la universidad, tenía novio y buena situación económica. Sin embargo, días después de terminar con su pareja descubrió que estaba embarazada. Era una noticia inesperada.

Sin una familia cerca, sin una red de apoyo y sin pareja, sentía que traer un hijo al mundo en ese momento no era lo mejor. ¿Cómo iba a cuidar a su bebé si tenía que trabajar? ¿Qué podía saber ella de criar a una niña pequeña? ¿Quién iba a ayudarla si necesitara algo?

Buscó en internet. Encontró dos sitios donde ofrecían ayuda a mujeres que quisieran abortar. Programó una cita en ambos para el mismo día, buscaba la alternativa más rápida y efectiva.

Primero se vio con alguien que le dio una bolsa de pastillas. Luego, llegó a lo que parecía una clínica, pero en realidad se trataba del Instituto Femenino de Salud Integral IFEMSI, un lugar dedicado, entre otras cosas, a brindar apoyo a mujeres con un embarazo inesperado.

Una colaboradora le explicó cómo es el crecimiento de un bebé desde la concepción, el procedimiento para realizar un aborto, así como las consecuencias físicas y emocionales.

Milagro estaba confundida, venía a abortar, no a una charla. Le ofrecían acompañamiento durante un año ¿cómo era posible? ¿podría creerles? La decisión quedaba en sus manos.

Esta joven madre dice que al salir de la sala había decidido tener a su bebé. ¿Cómo pudo siquiera pensar en algo así?, se preguntaba ahora. No obstante, llegó a su casa con la bolsa de pastillas y la puso sobre la mesa. Eran momentos críticos.

Fue entonces cuando tomó aquella ducha fría y sintió por primera vez a su bebé moverse en su vientre. No tomó las pastillas y al día siguiente ya no estaban en la mesa, de hecho nunca supo qué pasó con ellas, solo desaparecieron. 

Una de las recomendaciones fue de ir a hacerse un ultrasonido y empezar a llevar seguimiento médico. No sabían cuál era el estado del bebé, ni siquiera cuántos meses de embarazo tenía.

El resultado del examen arrojó que tenía cinco meses de embarazo. Milagro nunca había recibido ninguna vacuna, no tenía expediente médico y en estos meses no había tomado nada para fortalecer su cuerpo ni el de su hija.

Recibió las vacunas y la atención médica pertinente. Al mismo tiempo, contaba con el apoyo del IFEMSI, allí escuchaba a otras mujeres con todo tipo de historias y se sentía acompañada.

En el hospital un doctor se acercó y miró su expediente. ¿Usted se llama Milagro? ¿Estos son sus apellidos?, le preguntó. Ella respondía afirmativamente sin entender por qué él estaba tan sorprendido. “Yo la tuve a usted en mis brazos cuando usted nació, usted fue la primera historia que yo conté como profesional”, le dijo.

Le contó que ella nació de cinco meses de embarazo, que había muy pocas esperanzas de que sobreviviera, que incluso le habían dicho a la madre que la niña iba a morir. “Usted fue un milagro, un milagro de Dios, por eso lleva ese nombre, acepte este regalo de Dios (refiriéndose al bebé) así como Él le dio el regalo de la vida”, fueron las palabras del médico.

Hasta entonces Milagro no sabía quién era su madre biológica, a raíz de esto logró ponerse en contacto con su mamá. Son historias que se entrelazan y heridas que deben sanar, explicó.

Milagro dio a luz a una niña sana, a quien ama con todo su corazón. La pequeña tiene cinco años y hace unos días ingresó al kínder. Con la misma pareja, ahora su esposo, tiene otra hija.

“Ahora los veo y digo: “Gracias Dios porque no alcancé a cometer ese error tan grande”, comenta. Milagro comparte su historia para dar testimonio y para motivar a las personas a colaborar con el trabajo que desarrolla IFEMSI.

 Si usted desea ayudar a otras mujeres embarazadas que podrían pensar en abortar y necesitan apoyo, puede hacer una donación a IFEMSI al SINPE Móvil: 8936-1251, también puede ponerse en contacto a ese número o al 2290-3127.

IFEMSI es una organización sin fines de lucro que lleva a cabo diversos programas que van desde la atención a mujeres con embarazos inesperados, apoyo económico, con pañales y diarios de alimento a madres y padres, acompañamiento a personas que decidieron abortar, hasta apoyo a padres que enfrentan un duelo por un aborto espontáneo o una muerte prenatal.

Danny Solano Gómez

Periodista, licenciado en Producción de Medios, especializado en temas de fe católica, trabaja en el Eco Católico desde el año 2009.

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