Es común en este tiempo sentir intranquilidad, ansiedad, confusión o estrés, manifestaciones de miedo, una respuesta adaptativa que nos ayuda a mantenernos alerta ante los riesgos pero que también puede paralizarnos.
Los tiempos que vivimos, explica la sicóloga Rocío Pastor en una publicación sobre el tema del INCAE Business School, requieren sensibilidad y recursos para abordar relaciones, conversaciones y decisiones cruciales, sea en nuestro ámbito familiar o en nuestro entorno organizacional. Ella plantea 15 recomendaciones, que compartiremos en tres entregas, aquí las primeras 5.
Recomendación # 1
No te “infoxiques”
Infórmate bien y dosifica. Aunque pueda parecer una recomendación trivial: cuando estamos sobresaturados de información, es importante informarse bien y, además, dosificar cuando lo hacemos, sobre todo si nos afecta o nos hace daño. Por ello, utiliza canales oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o las autoridades sanitarias de tu país. Contrasta informaciones. Ten presente que circula mucha información falsa. No ayudes a difundirla.
Evita también caer en la sobreinformación. A eso se le llama “infoxicarse”. Estar todo el día conectado y pendiente de la información sobre el coronavirus no hace que uno este mejor informado ni lo protege a uno más que a otros. Lo que con seguridad sí puede provocar es un aumento en la sensación de riesgo y vulnerabilidad. La OMS recomienda buscar información máximo una o dos veces al día”. No te extralimites.
Recomendación # 2
Cuídate con esmero
Cuídate, cuídate y cuídate. No es momento para el abandono. El autocuidado tiene que ir desde lo físico hasta lo emocional. Si estás en tu casa: relájate con aquellas cosas que disfrutas: respiraciones profundas, estiramientos, lavarte la cara, perfumarte, maquillarte, hidratarte, sentir los rayos del aunque sea desde tu ventana... lo que te funcione mejor. Acude a tus pasatiempos favoritos: leer, dormir, ver televisión, cocinar, escuchar música, jugar naipes. Si estás trabajando, desde la oficina o desde tu casa, mantén las rutinas usuales para cuidarte y haz pequeñas pausas que te generen bienestar, a lo largo del día. Haz ejercicio regularmente, duerme en tus horas habituales y come saludable.
Recomendación # 3
Reconoce tus emociones
Acepta y comparte tus emociones. Reconocer nuestras emociones y sentimientos, identificando lo que las detona (una noticia, un video, un comentario, etc.) es clave. Y hablar
del miedo, de nuestra ansiedad o temores con nuestras personas cercanas y equipo de apoyo ayuda. Siempre y cuando no permitas que se convierta en el único tema de conversación.
Recomendación # 4
Dialoga
Evita aislarte, cultiva relaciones. Habla a diario con personas de confianza: familia, amigos y colegas. Expresa como te sientes. Escúchalos a ellos. Y en lo posible, busca aportar calma, tranquilidad y optimismo. Dar soporte a otros nos ayuda a sentirnos mejor. Invierte en tus relaciones cercanas y aprovecha para recuperar relaciones que has abandonado.
Recomendación # 5
Mantén rutinas
Establece rutinas y cúmplelas. Pasar más tiempo dentro de la casa, en una circunstancia como la que estamos viviendo, genera ansiedad. Establecer rutinas ayuda a disminuir esa sensación de intranquilidad. Si estás trabajando desde tu casa, trata de mantener las mismas costumbres y horario de cuando estás en la oficina. Esto incluye desde la hora a la que te bañas, haces ejercicio, desayunas, comes un “snack”, almuerzas y cenas; así como los demás pequeños ritos que conforman tu rutina laboral. Cuando llegue la noche, entre semana, y los fines de semana: establece también horarios. Extiende las rutinas no sólo al teletrabajo sino también a actividades familiares y de ocio. En una situación como la que vivimos: adoptar y/o mantener rutinas puede ser clave para reducir la sensación de angustia e intranquilidad, así como el estrés negativo.