El seminarista Luis Esteban Fernández, explica que este es un insumo que facilita la oración y la reflexión por parte de las personas sordas en sus hogares, sobre todo en estos tiempos de pandemia y de distanciamiento social.
María Laura se sumó al proyecto por Providencia. Un día cuando salía de Misa se encontró con Luis Esteban, habían estado en el mismo colegio y no se veían desde hacía 14 años. Él no sabía que ella era intérprete, ni ella que él estaba aprendiendo Lesco en el Seminario.
Un día ella vio en Facebook una nota sobre un grupo de seminaristas que recibían clases de Lesco y vio que Luis Esteban era uno de ellos. Luego, él supo que María Laura era intérprete y enseguida le propuso traducir una obra de teatro.
Era una puesta en escena sobre el Cuidado de la Casa Común. Tras unos ensayos lograron incluir la interpretación y se presentaron en la Feria del Café de este año.
Cuando sobrevino la situación de la pandemia, conversaron sobre la posibilidad de hacer algo para las personas sordas durante los días de cuarentena. Entonces, Luis Esteban sugirió compartir la Lectio Divina en Lesco a través de videos en Facebook.
Tras recibir por internet una formación sobre aspectos básicos de producción audiovisual y superar una serie de problemas técnicos, María Laura hizo la primera grabación. Desde entonces ya son seis videos y el objetivo es sacar uno cada domingo.
Desde hace dos años en el Seminario Nacional se empezaron a impartir talleres de Lesco, como una herramienta para atender pastoralmente a personas sordas, incluso se coordinó para abrir un curso de tres niveles. Esto es posible a través de un convenio con el IPCA (Instituto Parauniversitario Católico). El profesor William Alonso López Acevedo, se ha encargado de impartir las clases en el Seminario.
Según Luis Esteban, la idea es que el curso se imparta cada cierto tiempo para que los seminaristas interesados puedan participar.
“El objetivo no es que el futuro sacerdote se convierta en intérprete, para eso hay cursos especializados, sino que tenga bases suficientes que le permitan una mayor cercanía con la población sorda (…) en la catequesis, charlas o Misas”, comentó el seminarista.