Face
Insta
Youtube
Whats
Martes, 23 Abril 2024
Suscribase aquí

Todo pertenece al amor

By Febrero 13, 2023
Para San Francisco de Sales no hay mejor lugar donde encontrar a Dios y ayudar a buscarlo que en el corazón de cada mujer y hombre. Para San Francisco de Sales no hay mejor lugar donde encontrar a Dios y ayudar a buscarlo que en el corazón de cada mujer y hombre.

En un cambio de época fue un intérprete de su tiempo, que le decía a las personas que podían encontrar y experimentar al Señor en su propio corazón, sin importar su procedencia, ocupación o conocimientos y cómo la llama del amor provoca el fuego de la caridad.

San Francisco de Sales, doctor de la Iglesia, falleció hace 400 años, el 28 de diciembre de 1622. En el marco de esta acontecimiento, el Papa Francisco publicó la Carta Apostólica Totum amoris est (Todo pertenece al amor).

Este santo vivió años marcados por crisis políticas y religiosas en el Reino de Francia. Nació el 21 de agosto de 1567, en el castillo de Sales. Procedente de una familia de nobles optó por la vida religiosa.  Fue uno de los teólogos más respetados de su tiempo y también un gran predicador.

Fundó, junto a la baronesa Juana Francisca de Chantal la Orden de la Visitación. Fue canonizado el 16 de abril de 1665 y su festividad es el 24 de enero. Es considerado el patrono de los periodistas y reporteros, porque acostumbraba repartir hojas con sus predicaciones.

Además, sirvió de modelo para San Juan Bosco, quien fundó la Pía Sociedad de San Francsico de Sales, conocida como Salesianos de Don Bosco. Fue declarado doctor de la Iglesia por la bula Breve Dives in misecordia del 16 de noviembre de 1877, del beato Pío IX.

 

El Dios del corazón humano

 

En la Carta, el Papa menciona las confesiones, coloquios, conferencias, predicaciones y las últimas, infaltables, cartas de amistad espiritual, y por supuesto su célebre Tratado del amor de Dios, donde este santo reflexiona: “Tan pronto como el hombre fija con alguna atención su pensamiento en la consideración de la divinidad, siente cierta dulce emoción en su corazón, que muestra que Dios es Dios del corazón humano”.

“No es una construcción mental, más bien es un reconocimiento lleno de asombro y de gratitud, que resulta de la manifestación de Dios”, añade el Santo Padre. Este reconocimiento de Dios en el corazón y por medio del corazón da paso “a la llamada al amor”.

El Sucesor de Pedro señala que para san Francisco de Sales no hay mejor lugar donde encontrar a Dios y ayudar a buscarlo que en el corazón de cada mujer y hombre de su tiempo. 

El documento también advierte que el santo “había reconocido el deseo como la raíz de toda vida espiritual verdadera y, al mismo tiempo, como lugar de su falsificación”. Comprendió la “importancia de poner constantemente a prueba el deseo, mediante un continuo ejercicio de discernimiento” y “el criterio último para su evaluación lo había redescubierto en el amor”.

 

El amor y la caridad

 

También se hace referencia a unas palabras dichas por él dos días antes de fallecer: “El amor es lo que da valor a nuestras obras. Os digo más aún: una persona que sufre el martirio por Dios con una onza de amor, merece mucho, pues la vida es lo más que se puede dar; pero si hay otra persona que sólo sufre un golpe con dos onzas de amor tendrá mucho más mérito, porque la caridad y el amor son los que dan el valor a nuestras obras”.

El Vicario de Cristo también toma algunas reflexiones de san Francisco de Sales sobre la contemplación y la vida activa. “Si una hermana que está en la cocina manejando la sartén junto al fuego tiene más amor y caridad que otra, el fuego material no le quitará el mérito, al contrario, le ayudará y será más grata a Dios. Con bastante frecuencia se está tan unido a Dios en la acción como en la soledad”.

“Esta es la verdadera pregunta -dice el Papa- que disipa instantáneamente toda rigidez inútil o todo repliegue sobre sí mismo: interrogarse en todo momento, en toda decisión, en toda circunstancia de la vida dónde reside el mayor amor. 

El Papa insiste en la capacidad de San Francisco de Sales para interpretar los cambios de época y guiar a las almas de su tiempo que tenían sed de Dios. “Es lo que también nos espera como tarea esencial para este cambio de época: una Iglesia no autorreferencial, libre de toda mundanidad pero capaz de habitar el mundo, de compartir la vida de la gente, de caminar juntos, de escuchar y de acoger”, escribe.

En esa línea destaca varias decisiones tomadas por San Francisco de Sales, tal como proponer a cada uno, según su condición específica, una feliz relación entre Dios y el ser humano. “El encanto del amor de Dios”, indica.

Una segunda y gran decisión crucial fue la de haberse centrado en la cuestión de la devoción, así como advertir sobre la falsa devoción.  “El que se siente inclinado a ayunar se considerará muy devoto si no come, aunque su corazón esté lleno de rencor (...) Algún otro abrirá su bolsa de buena gana para distribuir limosnas entre los pobres, pero no es capaz de sacar dulzura de su corazón perdonando a sus enemigos. Aquel perdonará a sus enemigos, pero no saldará sus deudas si no es apremiado por la justicia”.

“En conclusión -enseña San Francisco de Sales-, se puede decir que entre la caridad y la devoción no existe mayor diferencia que entre la llama y el fuego; siendo la caridad fuego espiritual, cuando está bien inflamada, se llama devoción”.

Danny Solano Gómez

Periodista, licenciado en Producción de Medios, especializado en temas de fe católica, trabaja en el Eco Católico desde el año 2009.

Síganos

Face
Insta
Youtube
Whats
puntosdeventa
Insta
Whats
Youtube
Dignitas Infinita
Image
Image
Image
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad
puntos de venta
suscripciones
Catalogo editoria
publicidad