En su Carta, Monseñor comparte reflexiones y sentimientos de pastor, así como el proceso vivido de Discernimiento Diocesano y su Síntesis final, profundiza en la comprensión de los puntos fundamentales para clarificar el camino que percibe como voluntad del Señor para la diócesis y presenta el Jubileo al que convoca el Papa Francisco, junto con el Año de la Oración que lo prepara, junto a algunas propuestas para vivirlo en la Iglesia particular.
“Ha culminado mi sexto año de episcopado, tiempo en el que el Señor me ha confirmado en la misión de pastorear esta amada Diócesis de Alajuela, a la que me siento más profundamente vinculado por tantas experiencias compartidas con ustedes. Es el momento de encontrar caminos concretos para situarnos más decididamente en el querer de Dios”, motiva el obispo.
A la escucha del Espíritu
El pasado 16 de febrero del 2021, la Diócesis de Alajuela celebró cien años de existencia. Entonces, el contexto de la pandemia marcó profundamente la reflexión sobre este acontecimiento.
“Percibimos que, al inicio del segundo centenario, ante los notables cambios originados en nuestra sociedad y las iluminaciones recibidas de la Iglesia universal, nuestra Diócesis estaba necesitada de una dinámica especial de discernimiento que nos permitiera escuchar al Señor, dóciles a su Espíritu”, recuerda Monseñor.
Por eso, lanzó entonces una primera Carta Pastoral, en la que invitaba a todos “a abandonar situaciones caducas y abrirnos a lo nuevo que emerge”, planteando también que “nos desafía el Espíritu en los signos de los tiempos que percibimos en nuestra realidad y en la apertura al diálogo sinodal”. La pregunta de fondo fue: “¿Qué nos está pidiendo el Señor, como comunidad diocesana de Alajuela, al inicio del segundo centenario?”.
Fue entonces como comenzó un camino de análisis y encuentros, aliementados por eventos como la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe del 2021 y sus procesos de escucha hasta la convocatoria del Sínodo de la Sinodalidad por el Papa Francisco, con sus tres ejes: comunión, participación y misión.
“Gran iluminación para nuestro Discernimiento Diocesano han sido estos dos acontecimientos eclesiales: la sensibilización y el cambio de mentalidad que va originando el carácter sinodal de nuestra Iglesia y la invitación fuerte del Papa Francisco a situarnos en estado de misión; así como las propuestas pastorales y las líneas de acción, fruto del proceso realizado por la Asamblea Eclesial”, resume Monseñor.
Un rico proceso interno
Esta apertura al Espíritu ha marcado la etapa del Discernimiento Diocesano en Alajuela, a través de la conformación de equipos de trabajo, el establecimiento de acciones con su debida ejecución, la necesaria planificación pastoral participativa, los procesos de escucha y síntesis de todos los aportes recibidos.
Así, se dedicó el año 2021 a la sensibilización en general, para la buena acogida del proceso de Discernimiento. En el 2022 se trabajaron las etapas perceptiva y analítica, y para el 2023 se trabajó la etapa proyectiva con el tema “Comunión misionera” y el lema “Que todos sean uno para que el mundo crea” (Juan 17, 21). Lema que fue ya del II Sínodo Diocesano. Hacia final de año, se llevaron a cabo las Asambleas Parroquiales y la Asamblea Diocesana.
Todos los procesos llevados a cabo convergieron en la Asamblea Diocesana, cuya síntesis establece como criterio fundamental de toda la actividad evangelizadora el encuentro con Cristo. Además, identifica la urgencia de formar discípulos misioneros que atiendan el proceso de iniciación cristiana en clave catecumenal, así como la vivencia adulta de la fe.
La asamblea anima una vivencia comunitaria de la fe, así como el sentido de pertenencia a la Iglesia y promueve la espiritualidad de comunión y la sinodalidad, desde la conciencia de la común consagración bautismal.
Igualmente, impulsa la conversión pastoral, es decir, la conversión de las estructuras de la Iglesia para que todas ellas “se vuelvan más misioneras”. Pide cuidar la belleza en la liturgia para evangelizarse como fuente de un renovado impulso misionero, promueve el compromiso comunitario y social de la fe, y pide acompañar y fortalecer la centralidad de la familia en la sociedad.
La Asamblea invita a renovar las parroquias como espacios de iniciación cristiana, lugar de educación y celebración de la fe y pide generar una cultura del cuidado, promoviendo la pastoral del acompañamiento.
De igual forma, anima la transparencia y la eficacia en los procesos administrativos, orientados con criterios evangélicos al servicio de la acción pastoral diocesana. Se promueve el diálogo ecuménico e interreligioso, la conversión ecológica y la espiritualidad del cuidado de la creación.
“La Síntesis no abarca toda la temática de la Iglesia, es expresión, tan solo, de las prioridades que eligió la Asamblea Diocesana, pero en ella, sí podemos encontrarnos con los aspectos más básicos de nuestra fe y la vivencia eclesial”, explica Monseñor, para finalmente, plantear lo que a su juicio son los aspectos prioritarios y transversales para la Pastoral Diocesana.
La Carta puede ser leída íntegramente en www.diocesisdealajuela.org