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Pier Giorgio Frassati: un santo que amaba el senderismo

By Septiembre 03, 2025

Desde muy joven tuvo sensibilidad hacia los más necesitados. Cuentan incluso que, cuando era niño, una vez obsequió sus zapatos a otro pequeño que andaba descalzo. Pier Giorgio Frassati nació en Turín, Italia, el 6 de abril de 1901, un Sábado Santo, en el seno de una rica familia italiana.

Su padre Alfredo, fue senador liberal y propietario del periódico “La Stampa”, el cual sigue siendo uno de los medios más importantes de Italia. Su madre era una pintora reconocida, de hecho, tuvo entre sus compradores al rey Víctor Manuel III.

Su papá era agnóstico y su mamá católica. Según parece, el suyo no era un ambiente particularmente religioso pero tampoco hostil hacia el cristianismo. Como fuera, Pier Giorgio desarrolló desde muy joven sensibilidad por la fe y por los más necesitados.

Cabe mencionar también el papel que jugó su hermana, Luciana, quien estuvo cerca de él en momentos difíciles. Ella se convertiría en una escritora e historiadora reconocida. Particularmente, las cartas que su hermano le envió resultan sumamente reveladoras.

Por Dios y los pobres

Quienes lo conocieron, relatan que Pier Giorgio no se sentía a gusto con la vida común de la alta burguesía italiana. Prefería ir a la Misa y compartir con los pobres, antes que participar de las grandes fiestas llenas de lujo y disfrutar de los placeres que el dinero facilita.

Ingresó al Instituto Social de los Padres Jesuitas y luego estudió Ingeniería Mecánica, con especialidad minera. Se dice que su intención era estar cerca de los mineros, considerados entonces los más explotados entre los explotados.

Desafortunadamente, falleció antes de poder obtener su título profesional. Cabe mencionar que en 2002 le fue concedido un título “honoris causa”.

Su padre entonces le recriminaba su “vagabundeo” por la ciudad con personas que no pertenecían a su clase social, y hasta lo calificaría de “inútil”. A pesar de los reproches, el joven Pier Giorgio, siempre iba con una sonrisa a encontrarse con los demás.

En estos años -reseña una biografía de Vatican News-, se inscribió prácticamente en todas las asociaciones católicas existentes para los laicos, entre ellas, la Conferencia de San Vicente, la Acción Católica, la FUCI, dondequiera que hubiera necesidad y donde pudiera ser enviado para servir a las personas desprovistas de todo.

Sus amigos se burlaban de él y le pusieron el apodo de “Empresa de Transportes Frassati”, porque andaba de un lado a otro llevando comida, ropa, carbón y muebles a las casas de los más pobres.

En eso gastaba el dinero que su familia le daba y que cada vez sería menos. En 1922 ingresó a la Tercera Orden Dominicana (de laicos) y adoptó el nombre religioso de “Fra Girolamo” en honor al predicador dominico Savonarola, pero no era fraile ni vivía en un convento.

Viajó a Berlín, Alemania, donde conoció al Padre Karl Sonnenschein, conocido como “el San Francisco alemán”. Este encuentro tuvo un impacto profundo en su vida y pensó por un momento en la posibilidad de una vocación sacerdotal, pero la idea fue descartada una vez se percató que su vocación era otra.

Un amor imposible

Un día conoció a una joven que también formaba parte de asociaciones católicas, llamada Laura Hidalgo. Él se enamoró profundamente de ella. Sin embargo, esta sería la historia de un amor imposible.

La chica provenía de una familia sencilla. Los padres de Pier Giorgio tenían una mentalidad elitista y no hubieran permitido que su hijo se casara con una mujer de una clase social “inferior”.

El joven era consciente de eso y, además, se tomaba con mucha seriedad la relación de pareja. Por lo tanto, optó por no ilusionar a la muchacha con un noviazgo que estaba destinado a no ir más allá y, de paso, no causar mayor disgusto a sus propios progenitores.

Así que nunca declaró su amor y guardó aquello en su corazón, una renuncia que ofreció como sacrificio a Dios. Se conservan algunas cartas donde él habla sobre este tema. A pesar del dolor que él sentía, reflexiona sobre cómo el verdadero amor no se pierde, sino que se transforma y encuentra plenitud en Dios, y su esperanza estaba en el amor eterno que lo esperaba.

Los chicos fastidiosos

En el último periodo de su vida, el futuro santo fundó con un grupo de amigos la “Compañía de los Chicos Fastidiosos”. Principalmente hacían senderismo y paseos, en un ambiente lleno de alegría, bromas y humor, pero a la vez con un trasfondo profundamente espiritual.

Se puede decir que reflejaba muy bien su manera de ser, es decir, él era alegre, con una profunda fe. Se trata de vivir la fe y la amistad, de compartir viajes y momentos, en los que estaba presente la oración y la alabanza a Dios.

En 1925, Pier Giorgio presenta dolores de cabeza y poco apetito. Sus familiares centraban su atención en la abuela, que yacía moribunda. Cuando la anciana falleció, el día del funeral el joven no pudo levantarse de la cama para asistir.

Se trataba de una poliomielitis fulminante. Fue detectada demasiado tarde. El muchacho falleció el 4 de julio de 1925. Tenía apenas 24 años de edad.

Para sorpresa de la familia, que no estaba completamente al tanto de las obras de su hijo, miles de personas asistieron a su funeral: la mayoría de ellas eran las personas pobres de Turín a las que había ayudado materialmente con su actividad social y, a las que también había evangelizado con el ejemplo de su vida llena de la alegría de un Dios eternamente joven.

Según relata Vatican News, el papá de Pier Giorgio, Alfredo Frassati, al ver la gran multitud, repetía entre sollozos: “No conocí a mi hijo, no conocí a mi hijo”. Este hombre sufrió mucho, pero poco a poco comenzó a acercarse a la fe y recibir los sacramentos. Por cierto, este ha sido considerado como el primer milagro por intercesión del nuevo santo.

Algunos datos curiosos sobre el nuevo santo

Practicaba senderismo y alpinismo: Le gustaba escalar por las montañas y decir con júbilo: ¡Verso I’alto!”, que quiere decir: “¡Hacia las alturas!”. Una frase que también tiene un significado religioso, pues su anhelo era encontrarse con Dios, ese, decía, iba a ser “el más hermoso de todos”.

Se quedaba sin boleto de tren: Muchas veces llegó a su casa tarde, sin abrigo, sucio y sin dinero. Se quedaba a acompañar a algún enfermo, gastaba su dinero en medicinas o regalaba su abrigo a algún necesitado. A veces hasta se quedaba sin plata para pagar el boleto del tranvía para regresar a su casa, por lo que se veía obligado a caminar.

Era amante de la cultura y el arte: Además de amar la naturaleza, especialmente la montaña, Pierregiorgio frecuentaba museos y teatros, disfrutaba la ópera y la música clásica, asistía a exposiciones de arte, además, estaba interesado en la literatura y la poesía.

Tenía el apodo de Robespierre: Los integrantes de la Compañía de los Chicos Fastidiosos tenían apodos, Pier Giorgio se hacía llamar en broma Robespierre, como el controvertido líder de la Revolución Francesa, quien además persiguió a la Iglesia Católica. Parece ser que Pierre tenía habilidad para la escritura y una vez escribió unas “proclamaciones”, a modo de parodia de las directrices escritas durante la Revolución Francesa. De ahí el apodo.

Se preparaba para hacer servicio militar: En su época era obligatorio hacer servicio militar. Pier Giorgio planeaba terminar sus estudios, hacer el servicio militar y emprender un viaje a Alemania. Había pasado los exámenes médicos. Sin embargo, esos planes quedaron truncados con el inesperado fallecimiento en 1925.

Se interesó en la política: Mostró cierta simpatía con el Partido Popular Italiano (formado por sacerdotes y católicos comprometidos), algo que causó gran molestia en su papá. Veía en ese nuevo partido una oportunidad para poner en práctica las enseñanzas sociales de la Iglesia, expuestas en Rerum Novarum, para favorecer a la clase trabajadora y los más necesitados.

Fue arrestado: Cuando el fascismo se instaló en Italia, en 1922, había una fuerte tensión entre la Iglesia y el régimen, que buscaba reducir la influencia del catolicismo en la sociedad, para lo cual, entre otras medidas, prohibió la celebración de procesiones. Pier Giorgio no dejó de participar en ellas y fue arrestado en más de una ocasión.

Su cuerpo permanece incorrupto: El cuerpo incorrupto de Pier Giorgio se conserva en la Catedral de Turín. Con ocasión del Jubileo de los Jóvenes 2025, se trasladó a Roma para que fuera venerado por los fieles.

 

Danny Solano Gómez

Periodista, licenciado en Producción de Medios, especializado en temas de fe católica, trabaja en el Eco Católico desde el año 2009.

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