Memoria: 31 de enero
En 1815 nació en Piamonte (Italia). A los dieciséis años, ingresó en el seminario de Chieri y era tan pobre, que debía mendigar.
Después de haber recibido el diaconado, pasó al seminario mayor de Turín y ahí empezó, con la aprobación de sus superiores, a reunir todos los domingos a un grupo de chiquillos abandonados de la ciudad en una especie de escuela y lugar de recreo al que llamó “Oratorio Festivo”.
Al poco tiempo, había ya 40 jóvenes, la mayoría aprendices, que vivían con Don Bosco y su madre en el barrio de Valdocco. Cayó pronto en la cuenta que todo el bien que hacía por sus chicos, se perdía con las malas influencias del exterior, y decidió construir sus propios talleres de aprendizaje.
Los dos primeros fueron inaugurados en 1853. En 1856, había ya 150 internos, cuatro talleres, una imprenta, cuatro clases de latín y diez sacerdotes. Los externos eran 500. En diciembre de 1859, Don Bosco y sus 22 compañeros decidieron organizar la congregación, cuyas reglas habían sido aprobadas por Pío IX.
El siguiente paso de Don Bosco fue la fundación de una congregación femenina. La congregación quedó inaugurada en 1872, con la toma del hábito de 27 jóvenes a las que el santo llamó Hijas de Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos.
La edición del Eco Católico del 6 de mayo de 1956 dedica su contraportada a destacar el Centenario Parroquial de la Iglesia de Santa Bárbara de Heredia, establecida en el año de 1856.
Dicha parroquia, reseña la nota, fue erigida por Monseñor Anselmo Llorente y la Fuente, quien fuera el primer obispo de la Diócesis de San José de Costa Rica (1851-1871), que abarcaba todo el país.
Una plática con el Padre Rosendo Valenciano y la bendición con el Santísimo marcaron los 50 años de la Primera Comunión verificada en la Capilla del Colegio de Sión en San José. Dicha Primera Comunión se llevó a cabo el 20 de noviembre del año 1900.