La imagen del Cristo Redentor de la Gran Nicoya ya alza sus brazos sobre la ciudad de nicoyana. El pasado viernes 23 de junio, cuando terminó la instalación, en medio de la celebración, don Rafael Fajardo se fue un momento a un lugar aparte, dio gracias a Dios y lloró de alegría.
Hace casi 20 años, don Rafael comenzó a liderar este proyecto, el cual culminó con la colocación de la escultura de Nuestra Señor, de 10,5 m. de altura, con una base de 7. m. de alto, en la cima del llamado Tercer Cerro.
Un proyecto que, como él reconoce, enfrentó muchas dificultades, sufrimientos, esfuerzos y luchas. La idea surgió muchos años atrás, en la década de 1980, él era un joven que formaba parte de los Caballeros del Santo Sepulcro y sugirió instalar una gran imagen del Cristo Redentor.
Nicoya está a los pies del conocido Cerro de las Cruces. El relato popular dice que en ese cerro duerme una gran serpiente. Allí se colocó una Cruz y tradicionalmente el pueblo nicoyano peregrina cada 3 de mayo y celebra una Santa Eucaristía.
El joven Rafa veía la Cruz y sentía que sería hermoso acompañarla de una imagen de Cristo Redentor. En 1985 expuso la idea a los Caballeros del Santo Sepulcro, pero, a pesar de que a los miembros les pareció una buena idea, les resultaba un proyecto demasiado ambicioso, caro e inalcanzable. “Quizá en otra ocasión”, le dijeron.
Esto no lo desanimó y siguió colaborando. Sin embargo, cada vez que veía al Cerro de las Cruces pensaba en aquella idea. Para el año 2000, él fue nombrado como dirigente de los Caballeros del Santo Sepulcro.
Siempre, apoyado por su esposa, don Rafa volvió a sugerir la idea en 2008. En esta ocasión, los integrantes le dieron todo el apoyo. Por entonces había conocido a un escultor de Naranjo, German Esquivel, quien estuvo dispuesto a aceptar el reto.
Los Caballeros del Santo Sepulcro organizaron rifas, ventas de comidas y actividades para recaudar fondos. Lograron conseguir suficiente para iniciar el proyecto. No obstante, tuvieron que hacer pausas por falta de fondos.
Pasaba el tiempo y muchas personas comenzaron a dudar del proyecto. Sobre esto, don Rafa dice que era comprensible, ya que no se veía el progreso. Incluso, relata que él mismo temió que todo fuera en vano.
Cuenta que algunas personas hicieron comentarios negativos que en su momento le dolieron en el corazón. Sin embargo, prefirió destacar el apoyo recibido en el pueblo, personas que le decían: “Tome dos chanchos para que los rife”, “tome mil colones para el Cristo”. “No hubo un día fácil, todos fueron duros en la construcción del Cristo”, recordó.
Dejar una huella
En 2015 la obra estaba prácticamente terminada, pero faltaba dinero. En 2020 inició la pandemia por Covid-19 y esto también trajo obstáculos. Mientras tanto, la imagen del Cristo Redentor permaneció 5 años en Naranjo, bajo la lluvia y el sol.
En diciembre de 2020 también falleció la esposa de don Rafael, quien siempre estuvo a su lado y lo apoyo en esta aventura. De ahí que él dedica el proyecto a la Península de Nicoya y a todo Costa Rica, pero de manera especial a ella.
A esto, también se sumó que les quitaron el permiso para colocar la imagen en el sitio donde pensaban hacerlo. No obstante, en vista de la situación, dos familias acordaron donar un terreno, en el llamado Tercer Cerro.
Cabe destacar la participación del Padre Juan Carlos Vargas, quien decidió meterse de lleno y colaborar para sacar el proyecto adelante. “Gracias al Padre Juan Carlos, al pueblo de Nicoya y algunos empresarios hemos podido terminar esta imagen”, contó don Rafa.
El 7 de febrero pasado, comenzaron a circular en redes sociales fotografías y videos de una imagen de Cristo llevada por un camión, desde Naranjo con dirección a Guanacaste.
Los nicoyanos se acercaron a la plazoleta para recibir la imagen que venía en partes separadas. Más tarde, la imagen sería llevada al cerro, donde sería armada e instalada definitivamente. Fue un proceso de trabajo duro.
“Creo que todas las personas tienen que dejar una huella y yo quería hacer algo que dejara huella, pienso que todos los que colaboraron con este proyecto en cierta forma pensaban así. Creo que un Cristo Redentor ayuda a infundir la fe, a que se ore por Costa Rica y el mundo”, comentó emotivo don Rafa.
“Mi mayor felicidad ha sido contribuir en alguna forma para tener a ese Cristo ahí. No sé hasta cuándo podré verlo, pero nunca dejaré de colaborar, lo haré hasta donde me den las fuerzas”, agregó. A partir de ahora el proyecto consiste en embellecer el lugar para que los peregrinos cuenten con espacios adecuados y bonitos.
Don Rafa también habló sobre cómo esto también va a favorecer al turismo, al comercio y al crecimiento del empleo en el cantón, tan golpeados por la pandemia.
Según se ha informado, el 24 de julio, en el marco del Día de la Anexión del Partido de Nicoya, el obispo de Tilarán-Liberia, Mons. Manuel Eugenio Salazar, hará la bendición de la imagen.
Rafael Fajardo fue uno de los líderes detrás de este gran proyecto.
