Durante el Jubileo de la Juventud celebrado recientemente en Roma, jóvenes costarricenses tuvieron la oportunidad de peregrinar a los lugares donde yacen Piergiorgio Frassati y Carlo Acutis. Otros han seguido atentamente las informaciones sobre ambos. Eco Católico les consultó acerca de sus impresiones ante la canonización, este domingo 7 de setiembre, de estos dos modelos para la juventud.
Dios anhela vernos santos
“En nuestro caminar como jóvenes, podemos perder el enfoque en la meta: el cielo. Quizás porque la santidad se percibe como algo “lejano”, quizás por la rutina, el desánimo que pueden provocar las tribulaciones o incluso el mundo, que busca distraer nuestra mirada de ese objetivo final. Sin embargo, como dos signos, Dios ha querido que en su Santa Iglesia sean canonizados jóvenes que decidieron entregar la energía de su juventud al Evangelio y a los demás, ellos nos demuestran que sí es posible ser joven y santo, a través de la humildad y la entrega”.
Juan Pablo Alvarado - San José
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La santidad no es cosa del pasado
“Visitar la tumba de Carlo fue una experiencia maravillosa. Me hizo sentir que la santidad no es cosa del pasado o algo reservado para unos pocos, sino que es un llamado posible y real para nosotros los jóvenes de hoy. Carlo nos recuerda que se puede ser moderno y a la vez profundamente de Dios. Que la verdadera red a la que debemos estar conectados es la Eucaristía. Su ejemplo me anima a no conformarme con lo mínimo y servir más y mejor”.
Shadia Solís V. - Florencia de San Carlos
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Aspiremos a lo más grande
“Estar frente a la tumba de Pier Giorgio Frassati fue un aprendizaje de gratitud y alegría. Desde la juventud, todos estamos con las puertas abiertas para ser santos, como nos decía el Papa León XIV: aspiremos a lo más grande que es la santidad. Pier Giorgio, quien, a pesar de venir de una familia adinerada, entregó su vida a la caridad, a los más necesitados y a estar más cerca de Dios, con alegría”.
Eduardo Valverde G. - San Isidro de Pérez Zeledón
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Llamados a vivir en el amor
“Para mí es muy emocionante pensar que tendremos dos nuevos santos, jóvenes y muy cercanos a nuestra época. Jóvenes profundamente católicos que en cada área de su vida compartieron la alegría de vivir con Cristo. En ellos destaco tres grandes características para nosotros como jóvenes: primero, el amor a la Eucaristía; segundo, el servicio a los más necesitados; y tercero, la alegría”.
Maricruz Alvarado - Limón
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Son modelos de vida cristiana
“La canonización de Carlo Acutis y de Pier Giorgio Frassati me interpela profundamente ya que se da el marco de los últimos meses de mi formación inicial en el Seminario Nacional.
Ambos jóvenes, cada uno en su contexto y con sus dones y carismas, supieron vivir con radicalidad la fe en medio del mundo, sin necesidad de apartarse de su realidad concreta. Ver a la Iglesia reconocer su santidad es para mí un signo de que la vocación a la santidad es posible hoy, y que no se trata de algo lejano o reservado solo a unos pocos, como en ocasiones se cree, sino que es un llamado real que ilumina mi propio camino.
Como seminarista, descubro en los próximos dos santos de la Iglesia, modelos de vida cristiana tan cercanos que me anima a renovar la entrega cotidiana y la alegría del seguimiento de Cristo.
Ellos lograron dar testimonio en ámbitos donde el Evangelio parecía lejano: la tecnología, en el caso de Carlo, y la vida universitaria y el compromiso social, en Pier Giorgio. Como futuro sacerdote, es una invitación para mí a ser “un puente” entre la fe y la vida de los jóvenes y de toda persona que busca sentido, acompañando siempre con esperanza y cercanía”.
Keiner Alberto Quesada L. - Seminarista, Cartago