Necesitamos cuidarnos, quedarnos en casa en la medida de nuestras posibilidades, evitar las aglomeraciones en esta época festiva y de vacaciones. Seamos muy cuidadosos y solidarios, capaces incluso de sacrificar algo por el bien de los demás. No contribuyamos a que se hagan aglomeraciones en sitios públicos y abiertos.
"Vivamos una santa y serena Navidad, acojamos el misterio del nacimiento de nuestro Señor, para valorar y cuidar la vida que se nos ha dado como un don precioso".
Obispos del país
Por el agravamiento de la situación pandémica y sanitaria, queremos hacer un vehemente llamado a nuestros fieles, y también a todas las personas que quieran hacerlo, a permanecer en sus casas y en familia durante estos días. Les pedimos no romper la burbuja social, y celebrar la Navidad en su verdadero sentido, en recogimiento y unión familiar. A los niños, adultos mayores y personas de más riesgo, les invitamos a unirse a las celebraciones litúrgicas a través de los medios de comunicación.
Si tenemos que salir como último recurso, hagámoslo cumpliendo las normas que se nos han pedido reiteradamente: uso obligatorio de mascarilla, respeto de la distancia necesaria y ejercicio estricto del protocolo de lavado de manos, de toser o estornudar.
Recientemente se publicó el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2021, y se nos llama a promover la «cultura del cuidado» como camino de paz, de solidaridad y de bien común. El Papa nos da la clave de cuál ha de ser nuestra actitud.