El obispo emérito de la Diócesis de Tilarán-Liberia, Mons. Vittorino Girardi, fue condecorado ayer, 18 de abril, como caballero por parte del gobierno de Italia, en reconocimiento por sus aportes a nivel educativo, teológico y pastoral.
Los fieles de la parroquia Santa Teresa de Calcuta, en La Mansión de Nicoya, celebraron el pasado 7 de enero un Rezo del Niño, en el que, además de los tradicionales villancicos, se canta el Rosario, las letanías y hasta el anuncio de los misterios.
El obispo emérito de Tilarán-Liberia, Mons. Vittorino Girardi, participaba del Sínodo de los Obispos, celebrado en 2005, hacía apenas unos meses el que fuera el Cardenal Joseph Ratzinger había sido nombrado como el Papa Benedicto XVI y en el ambiente había curiosidad por saber cómo era el nuevo pontífice.
Entonces, el Cardenal Joachim Meisner, un amigo cercano del recién nombrado Sucesor de Pedro, ante la consulta lo describió de esta manera: “Tiene la inteligencia de 12 teólogos juntos y el corazón de un niño”.
Este es uno de los tantos recuerdos que tiene Mons. Girardi relacionados con el Papa emérito que falleció este 31 de diciembre, con quien él compartió en diversas ocasiones. “Era -detalló- efectivamente un hombre dotado de una inteligencia superior, ante todo un hombre de fe que tuvo esa gracia. Pero también tenía esa sencillez que se traducía en una atención esmerada hacia toda persona”.
“El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre”, dice precisamente en su Encíclica Gaudium Spes. Asimismo, el obispo emérito de Tilarán-Liberia afirma que a través de sus escritos puede notar “una mirada sinóptica hacia Cristo”.