El Vía Crucis es para meditar sobre la Pasión y Muerte de Nuestro Señor; y el Vía Lucis es acerca de la Resurrección. Entonces, el Padre Guillermo Maroto, vicario de Nuestra Señora de las Mercedes, en Grecia, pensó hacer un camino para reflexionar sobre el Nacimiento del Salvador, un “Via Natalis”, como le llama.