Noche de paz, Los peces en el río, Campana sobre campana, Mi burrito sabanero… Los villancicos navideños son infaltables en esta época. Se trata de canciones populares que, por lo general, celebran la Navidad, el nacimiento de Cristo, aunque en sus orígenes no estaban asociados a esto.
Este tipo de cantos surgieron en la Edad Media y estaban asociados a fiestas populares en las villas. Justamente, de ahí se deriva el término villancico, porque eran cantados por los villanos, es decir, los habitantes de los pueblos rurales o aldeas humildes.
La Iglesia poco a poco integró música popular en las ceremonias religiosas, como los villancicos. De esta forma, comenzaron a adquirir temas religiosos, particularmente ligados a festejar el nacimiento del Niño Dios. Estos cánticos se extendieron por toda Europa.
Si bien en la liturgia de Adviento y Navidad no se incluyen villancicos, sí son muy comunes en la devoción popular, como en las Posadas Navideñas y los Rezos del Niño.
Papa: "Los villancicos se cantan con el corazón"
El Papa pidió por que la Navidad no sea víctima del modelo consumismo y mencionó a los villancicos, durante un Concierto que se celebró en la Santa Sede el pasado 16 de diciembre.
“Porque el Evangelio de la Navidad es único, pero no se puede cantar de manera uniforme. En cambio, la tendencia del modelo tecnocrático es lo contraria, es homologar, estandarizar. Pero el arte es diferente, y los villancicos deben cantarse con ese arte que nace del corazón”, dijo.
Y agregó: “Sabemos, por desgracia, que la Navidad también es víctima de este modelo comercial y consumista. Pero dejemos que los villancicos conserven al menos esa poesía y espontaneidad que les da tanta vida. Ayúdennos a defenderlos de este abuso”.
Noche de paz
Uno de los villancicos más famosos es Noche de paz, creado por el sacerdote y compositor austríaco, Joseph Franz Mohr, en 1818. Según cuentan, durante la víspera de Navidad de ese año, el órgano de la Iglesia estaba descompuesto y, por lo tanto, no iba a poder usarse para la Misa de Medianoche.
El Padre Joseph acudió donde su amigo Franz Xaver Gruber, maestro de escuela y organista, para pedirle que compusiera una melodía que se pudiera interpretar con guitarra. El sacerdote utilizó como letra un poema que había escrito y lo añadió a la música compuesta por su colega.
Noche de Paz fue interpretada por primera vez en la Iglesia de San Nicolás en Oberndorf el 24 de diciembre de 1818, luego se extendió a otros países europeos y se tradujo a diferentes lenguas.
Una compositora tica
Brunhilda de Portilla es un nombre asociado a los villancicos, pues compuso más de cuarenta. Esta reconocida compositora, nacida en Guanacaste, tiene 94 años de edad. Algunos de sus villancicos más conocidos son: Mi niño campesino, Din don din don. Los pastorcillos, Vamos al rezo del Niño, Aleluya al Niño Dios de mi tierra y Ya llegó la Noche Buena.
Nació en Guanacaste y se fue a vivir a Heredia para estudiar en la Escuela Normal. De hecho, en una entrevista con el Museo Virtual de la Escuela Normal y del Liceo de Heredia, recuerda con cariño los días que vivió en un pensionado regido por las hermanas de María Auxiliadora.
En una entrevista a Radio 870 UCR, comenta que para sus villancicos se inspiran en sus vivencias de la infancia de las Navidades a la tica, “cuando esperábamos al Niño Dios y nos portábamos bien, en la escuela y en la casa, para que Él llegara”. “Ese Niño Dios siempre me inspiró, esa fecha tan bella y significativa”, agregó.
Otros villancicos costarricenses conocidos son La Noche Buena, de José Joaquín Vargas Calvo y No sólo hay portal en Belén, de Carmen Antillón.
