Según dijo el futuro sacerdote, todo está en manos de Dios. “Desde el mes de octubre cuando Monseñor Javier me comunica la fecha, han sido días de mucha preparación espiritual, principalmente por medio del acompañamiento de las comunidades donde el Señor me ha permitido estar como diácono transitorio, son los laicos quienes con su oración y cercanía me han ido preparando”, dijo.
También, agregó, del 20 al 26 de noviembre estuvo de retiro espiritual, que calificó de “días maravillosos donde el Señor siguió confirmando el llamado”.
“En general, me he preparado teniendo presente que el llamado no es una vocación al éxito sino al servicio, no es un privilegio sino un don, por lo tanto, para ejercer este ministerio es necesario no perder el horizonte, recordar de dónde me sacó el Señor, y cuál ha sido el camino que me ha hecho recorrer y el para qué me ha hecho recorrerlo: para Amar como Él; consciente de que sólo el amor es digno de fe”, concluyó.