El Papa Francisco hace un llamado para que todos aportemos, desde nuestra realidad, lo que necesitamos para responder al plan de Dios. Tenemos que discernir la voz de Dios y contribuir todos a instaurar el plan de Dios en el mundo: en la política, la economía, las relaciones interpersonales e internacionales, los vínculos, la vida familiar y social. Es la hora de tomar la palabra y promover la corresponsabilidad y la participación en todos los niveles eclesiales, y no solo en aquellos espacios que nos lo concedan, como si fuera una concesión.
Claro que el asunto es discernir y distinguir la voz de Dios, de aquellas voces, que, en apariencia, hablan en su nombre. Es por ello por lo que, en la pedagogía sinodal, para caminar juntos es en discernimiento, entendido como la elección de la comunidad de fe de entre dos o más opciones que son nobles, buenas, justas y conforme al plan de Dios.
Es por ello, que la pieza bíblica por excelencia son las bienaventuranzas, el padre nuestro, las parábolas como el buen samaritano, la semilla del Reino, u otros textos como el ciego de nacimiento, la mujer adúltera, las curaciones, y desde luego, las obras de misericordia. El Papa Francisco nos ha puesto a caminar juntos, pero cuidado, los medios, a veces, son tan directivos que nos dicen hasta qué debemos pensar y en qué debemos de aportar y nos pueden alejar del espíritu que desea provocar el proyecto sinodal. ¡Estemos atentos! Continuará…
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