Claude Lévi-Strauss: Willy, me intriga observar cómo, en las campañas políticas contemporáneas, las redes sociales se convierten a veces en un campo de batalla semántico. ¿Qué observas tú, desde tu experiencia en comunicación política y Orientación Educativa y Familiar en Costa Rica, cuando la discusión pública deriva hacia ataques y ofensas?
Willy: Maestro, observo que muchas interacciones se reducen a conflictos de identidad y a la lógica del escudo. En lugar de debatir propuestas para prosperar a la nación, los actores buscan ganar notoriedad mediante ataques personales, descalificaciones y viralidad de contenidos agresivos. Esto genera un clima de miedo, desconfianza y polarización, dificultando que la ciudadanía evalúe políticas públicas con criterio.
Claude Lévi-Strauss: En mi trabajo sobre estructuras míticas y classificatorias, he señalado que las sociedades tienden a organizarse mediante oposiciones binarias: lo salvaje y lo civilizado, lo correcto y lo incorrecto. ¿Cómo crees que estas categorías operan en la violencia mediática de las redes?
Willy: En la práctica, esas dicotomías se vuelven trampas retóricas. El adversario se reduce a un monigote cuya única función es confirmar que "los otros" están fuera de la comunidad. Se enfatiza la culpa, la traición o la corrupción, en lugar de presentar argumentos sustantivos. Esto activa respuestas emocionales intensas en la audiencia: miedo y la necesidad de defensa, que se traducen en compartidos y comentarios agresivos.
Claude Lévi-Strauss: Si la sociedad se organiza en símbolos compartidos, ¿qué símbolos emergen cuando la campaña se vuelve violenta en redes?
Willy: Surgen símbolos de pureza y contaminación: por ejemplo, "nuestro bando es el correcto" frente a "los otros son dañinos". También aparecen mensajes que demonizan al interlocutor y que presentan la vida política como una guerra, con héroes y traidores. Estos símbolos refuerzan la identidad de grupo y la hostilidad hacia quienes piensan distinto, en lugar de fomentar la deliberación cívica.
Claude Lévi-Strauss: Entonces, si los mensajes se vuelven rituales de exclusión, ¿cuál es el papel de la familia y la educación en contrarrestar esa dinámica?
Willy: El papel central es fomentar alfabetización mediática desde la infancia y la juventud: enseñar a identificar SRC (señales de razonamiento crítico), a distinguir hechos de opiniones, a reconocer sesgos y a practicar la empatía.
También es crucial promover normas éticas en la comunicación familiar y escolar, donde se privilegie el diálogo respetuoso, la reparación de daños y el razonamiento basado en evidencia.
Claude Lévi-Strauss: En lo que respecta a la educación, ¿qué prácticas concretas sugieres para detener la transmisión de violencia en redes durante una campaña?
Willy: Propuestas prácticas:
Generar contracorrientes de contenido propositivo: videos cortos, infografías y hilos que expliquen propuestas y cómo se traducen en políticas públicas.
Crear comunidades de discusión guiadas por moderadores imparciales que modelen debates basados en evidencias.
Fomentar la verificación de hechos y la desmentida responsable, sin ataques personales.
Diseñar campañas que expliquen el impacto humano de las políticas (familias, comunidades) para humanizar el debate.
Establecer normas familiares de uso de redes: horarios, límites, y tiempos para conversar en familia sobre noticias.
Claude Lévi-Strauss: Hablemos de la violencia mediática en el plano emocional y ético. ¿Qué efectos observas en la ciudadanía cuando se normaliza el insulto y la descalificación?
Willy: Los efectos son complejos:
Desensibilización: la gente se acostumbra a la agresión y deja de reaccionar a insultos graves.
Fatiga cognitiva: se pierde la energía para procesar información y tomar decisiones políticas informadas.
Cinismo: la confianza en las instituciones se erosiona y la participación cívica disminuye.
Efectos en la infancia y la juventud: vulnera el desarrollo de habilidades de razonamiento crítico y de convivencia democrática.
Por ello, es crucial que actores responsables modelen un lenguaje público decente, especialmente durante elecciones.
Claude Lévi-Strauss: Si nos enfocamos en la responsabilidad de los actores políticos, ¿cómo podría un profesional costarricense de comunicación política, orientado a la familia y la educación, actuar para reducir esta violencia?
Willy: Propondría un marco de acción con énfasis en:
Propiciar la claridad de propuestas: explicar con lenguaje sencillo, las medidas, el financiamiento y el impacto esperado.
Establecer compromisos de convivencia digital: reglas mínimas para la interacción, como no atacar a la dignidad humana y no difundir información sin verificación.
Crear espacios de diálogo con comunidades: foros, talleres y debates moderados que permitan escuchar a distintos sectores, especialmente familias y jóvenes.
Promover alianzas con maestros, docentes de educación cívica y líderes comunitarios para difundir prácticas de comunicación responsable.
Desarrollar indicadores de éxito que midan reducciones de ataques personales y aumentos en discusión razonada, para ajustar estrategias.
Claude Lévi-Strauss: ¿Qué papel juega la diversidad cultural y regional de Costa Rica en estas dinámicas? ¿Cómo adaptamos el mensaje para no incurrir en generalizaciones o estereotipos que alimenten la violencia?
Willy: Costa Rica es un país diverso en historias, comunidades y tradiciones. Es importante:
Reconocer las diferencias regionales y culturales sin caricaturizar a nadie.
Aplicar mensajes que respeten valores familiares y comunitarios, pero que inviten a la deliberación cívica.
Utilizar ejemplos locales, testimonios de familias reales y casos de impacto en comunidades para hacer el discurso más humano y menos abstracto.
Evitar narrativas de "nosotros contra ellos" que excluyan a minorías o grupos vulnerables; en su lugar, promover la inclusión de soluciones que beneficien a todos.
Claude Lévi-Strauss: En tu experiencia, ¿qué papel juegan las redes sociales como herramientas de mediación, más que como armas? ¿Cómo se podrían transformar estas plataformas para apoyar un debate público virtuoso?
Willy: Las redes pueden ser mediadoras si se diseñan para la deliberación:
Algoritmos que prioricen calidad de información y evidence-based content.
Herramientas de verificación visibles y etiquetado claro de afirmaciones no verificadas.
Funciones que desincentiven el acoso: reportes eficaces, límites de comentarios y moderación proactiva.
Espacios institucionales verificados para debates formales con reglas de convivencia y fechas de debates programados.
Opciones de participación ciudadana: encuestas deliberativas, foros con reglas claras y tiempo razonable para la reflexión.
Claude Lévi-Strauss: ¿Qué estrategias concretas propondrías para una campaña presidencial costarricense que busque contrarrestar la violencia mediática sin sacrificar la intensidad de la competencia política?
Willy: Estrategias concretas:
Enfoque de doble vía: por un lado, presentar propuestas claras y, otro, cultivar un tono de competencia respetuosa.
Registro y publicación de compromisos: cada candidato publica un compendio de propuestas con metas, presupuesto y responsables.
Campañas de educación cívica durante la campaña: breve series sobre cómo evaluar políticas públicas, cómo verificar fuentes y cómo participar en procesos democráticos.
Redes de comunicación comunitaria: alianzas con iglesias, grupos vecinales y asociaciones de padres para difundir mensajes que expliquen políticas de forma comprensible.
Enfatizando de derechos y deberes: enfatizar tanto derechos (participación, información) como deberes (verificación, respeto).
Mecanismos de reparación de daño: cuando haya ofensas, acuerdos para disculpas públicas y correcciones, y resultados visibles en próximas publicaciones.
Claude Lévi-Strauss: Este diálogo ha explorado la violencia mediática desde una perspectiva estructural y ética. ¿Qué mensaje final dejarías para quienes están inmersos en campañas políticas y, sobre todo, para la ciudadanía?
Willy: Un recordatorio práctico:
La política debe servir a las familias y al bienestar común, no al espectáculo de ataques.
La ciudadanía debe exigir contenidos que expliquen propuestas y evidencias; la deliberación ciudadana es clave para una democracia sana.
Quienes participan deben cultivar la empatía, la paciencia y la responsabilidad ética: escuchar, verificar y responder con argumentos, no con insultos.
Las plataformas deben adaptarse para facilitar debates constructivos, con moderación y normas claras.
Claude Lévi-Strauss: Agradecido, Willy. Espero que estas ideas ayuden a entender que la violencia mediática no es inevitable y que hay senderos para un discurso público más digno y eficaz.
Willy: Gracias, maestro. Que este diálogo sirva para fortalecer una cultura política en Costa Rica que priorice la familia, la educación y el bien común, incluso en el vértigo de una campaña electoral.
Este diálogo es imaginario y busca promover una reflexión crítica sobre la violencia mediática en redes sociales.
Recomendamos a actores políticos y a la ciudadanía práctica activa de alfabetización mediática, ética en la comunicación y desarrollo de campañas centradas en propuestas concretas para fortalecer la democracia.
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