Así recogía el Eco Católico de la época las crónicas de aquella celebración, destacando el recogimiento, el respeto, la devoción y el “magnífico ornato” de la Ciudad de Cartago para la ocasión.
“Solo agregaremos una palabra de encomio del arreglo de ventanas y vitrinas de la Calle del Comercio. Bella idea que dio una nota singular de espíritu de fe, de buen gusto cristiano y de acierto artístico”, reseña.
La crónica, elaborada por Rafael M. Guillén, concluye recordando que, junto a la Fiesta Eucarística, en la provincia se celebró el “Congreso del Hogar Cristiano”, materia de estudio y reflexión que fue redactada en forma de conclusiones, las cuales serían impresas y divulgadas “ya que encierran toda la doctrina cristiana acerca del Hogar en todos sus aspectos”.