Cuando los frailes agustinos recolectos llegaron a la Ciudad de los Niños en 1965, la situación era crítica, pero no solo lograron sacar adelante la obra, sino que la llevaron mucho más lejos. Desde entonces han visto cómo miles de jóvenes se han superado gracias a esta obra social.
El viernes 4 de julio, en el gimnasio de la institución, se celebró una Eucaristía, para agradecer al Señor por la llegada de los frailes agustinos recoletos, hace 60 años, para hacerse cargo de esta institución, ubicada en Aguacaliente de Cartago.
Dos egresados, José Enrique Gibson y Milton Quesada, recordaron con nostalgia aquellos tiempos en la Ciudad de los Niños a finales de 1960, rememoraron andanzas, en un lugar que les dio la oportunidad de formarse como hombres de bien.
Se encontraron con Jesús María Reta, quien en aquel momento fue uno de los frailes agustinos recoletos, venidos de España para hacerse cargo de la Institución. José Enrique y Milton recordaron con humor cuando le robaban a Fray Jesús la miel para el ganado, los huevos de las gallinas y otras travesuras. “Pero eran buenos chicos, no andaban en malos pasos”, recordó Jesús de 84 años de edad.
Él mismo contó que: “Una vez pasamos una Navidad muy triste, porque no teníamos nada que dar de comer a los muchachos, no había dinero, el Padre Alberto Izaguirre (director en aquel tiempo) le dijo a la Contraloría General de la República: “O nos dan plata o nos morimos”, y don Luis Coto, un señor que tenía una carnicería lo giró, pero a partir de ahí me comprometí a dar la carne, entonces se creó un lote de 130 vacas en la Ciudad de los Niños, y así a los muchachos no les hizo falta carne”.
Milton llegó de cinco años de edad a la Ciudad de los Niños, fue el más joven de entonces y salió cuando tenía 15 años con el título de Ebanistería y luego continuó su formación como profesional. José Enrique, por su parte, se mostró muy agradecido con la Institución, a la que entró en 1968, después de una infancia difícil, particularmente por los problemas entre sus papás. “Tuve la dicha, gracias a Cristo, de haber venido aquí”, comentó.
