La Basílica Nuestra Señora de los Ángeles, en Cartago, invita a las personas a sumarse a la Campaña de Donación de Sangre que se realizará en el Templete este martes 23 de diciembre, miércoles 24 de diciembre, lunes 29 de diciembre y martes 30 de diciembre. El horario será de 8:30 a.m a 12:00 p.m.
Requisitos: Edad de 18 a 65 años, peso mínimo de 52kg (11o lbs), gozar de buena salud, portar cédula (nacional, residencia, pasaporte), 14 días libre de síntomas si tuvo COVID-19 o gripe.
Recomendaciones: Se debe desayunar (no ir en ayunas) y no tener más de 3 horas sin haber consumido alimentos. Se recomienda comer pan con jalea, bebidas calientes y azucaradas sin lácteos. Si incluye alto contenido de grasa y carbohidratos debes esperar mínimo 2 horas. Tome bastante agua o líquido previo a la donación.
Según informa el Santuario Nacional, se han organizado 11 campañas de donación de sangre, a partir de 2023, después de la Pandemia de COVID-19. Esto a solicitud del Banco de Sangre. Si desea más información, puede escribir al WhatsApp: 8992 2151.
¿Qué dice la Iglesia sobre la donación de sangre?
La Iglesia fomenta la donación de órganos vitales, tejidos y sangre, bajo criterios bioéticos, como que siempre sea consentido, que no se comercialice y que se respete la vida y la dignidad humana. También se considera válida la donación de órganos de una persona después de fallecida (Catecismo, Num. 2296). El gesto de donar es considerado un acto de amor al prójimo.
El año pasado, el difunto Papa Francisco dijo a donadores de sangre estas palabras: "Sigan la sangre para llegar al corazón, es decir, para abrazar cada vez más a cada hombre y mujer que encuentren, a todos, en una sola caridad”.
"Ustedes -agregó- dan gratuitamente a los demás una parte importante de ustedes, su sangre, y ciertamente conocen la felicidad que surge de compartir”.
También, habló sobre cómo este gesto se convierte en un símbolo de esperanza frente al individualismo: "El donante no sabe a quién irá su sangre, ni tampoco la persona que recibe una transfusión sabe quién es su benefactor".
"Y la sangre misma, en sus funciones vitales, es un símbolo elocuente: no se fija en el color de la piel, ni en la filiación étnica o religiosa de quien la recibe, sino que entra humildemente donde puede, intentando alcanzar, corriendo a través de las venas, de cada parte del organismo, para llevarle energía".
"Así funciona el amor. Y en este sentido es significativo el gesto de extender el brazo, que se realiza en el momento de la toma de muestras”, concluyó el el Papa argentino.
Por último, ofreció una motivación final a los participantes: “Quisiera invitarlos a vivir la ‘donación’, la donación de sangre, además de un acto de generosidad humana, también como camino de crecimiento espiritual en el camino de la solidaridad que une en Cristo, como un don al Señor de la Misericordia, que se identifica con aquellos que sufren".











