Cuando Mons. Osvaldo Brenes, II obispo de Ciudad Quesada, supo acerca del joven de San Rafael de Guatuso que había recibido el llamado para entrar en la Orden de San Agustín dijo: “Mmm... El Espíritu Santo voló hasta allá. Bueno, yo no podré ordenarte, pero sigue tu camino” (él falleció el 11 de febrero de 2013).
Hablaba de Fray José Manuel Araica Cruz, proveniente de la Parroquia San Rafael Arcángel, en Guatuso, quien el pasado domingo 5 de octubre hizo sus Votos Solemnes en la Orden de San Agustín, en Valladolid, España.
Es el menor de 10 hermanos, hijo de campesinos. Incluso recuerda que de pequeño iba a recoger café y, ya adolescente, miraba con curiosidad a los frailes franciscanos, sobre todo por su manera de vivir.
Ellos, al pertenecer a una orden mendicante, visitaban los pueblos y la gente les daba alimentos, llevaban todo a la Casa Cural, lo compartían y preparaban la comida juntos. “No era algo individual sino fraternal”, cuenta Fray José.
Entonces comenzó a sentir por primera vez el llamado a la vida religiosa. Más tarde entró a procesos vocacionales. Entró al Seminario Nacional e inició su formación para ser sacerdote diocesano.
Sin embargo, en ese proceso formativo descubrió que había otros carismas, los cuales se acercaban más al llamado que él sentía. Después de un proceso de discernimiento encontró que la Orden de San Agustín calzaba perfectamente con aquel llamado.
Ingresó a la Orden en 2019 e hizo sus primeros votos en 2021 en Panamá. Reconoce que uno de los aspectos más difíciles ha sido estar lejos de su familia. “Yo siempre le digo (a Dios) que se ocupe de mis cosas y yo me ocuparé de Él. Y así es, nunca me ha faltado nada, desde que ingresé a la Orden nunca me ha faltado nada”, comentó en una ocasión a Eco Católico.
Fray José también expresó que la vida religiosa no es aburrida, en absoluto, como algunas personas podrían pensar. Sobre esto, responde: “Uno no pasa solamente rezando, hay momentos de recreación y pastoral, somos contemplativos en oración, pero también estamos en parroquias, tenemos grupos de pastoral, asistimos a diferentes actividades pastorales, tenemos colegios, damos clases, compartimos dones…”
Fray José dice a los jóvenes que sienten inquietud por la vida religiosa que no tengan miedo. “San Agustín ha sido un maestro en interioridad, nos encontrarnos a nosotros mismos y una vez que nos encontramos podemos realizarnos plenamente. No estamos para huir de los perjuicios que tiene la sociedad, sino para decirle al mundo que aquí también podemos ser felices. La vida consagrada nos da las herramientas para lograrlo, no hay que tener miedo. Es confiar y dejarnos iluminar.”, concluyó.

Fr. José Manuel Araica Cruz
Parroquia San Rafael Arcángel, Guatuso.
Edad: 33 años
Lema: “El corazón del hombre considera su camino, pero el Señor dirige sus pasos”. Proverbios 16.9.












